.- Con qué generales

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Cuauhtémoc Blas

 

En estos días deambulan por las calles trabajadores en busca de empleo, albañiles que al menos piden impermeabilizar, músicos que nadie ocupa, jardineros, ferieros sin ferias, payasos sin fiestas… Indicadores económicos en las calles.

 

Bocinas desde autos ofreciendo verduras, mariscos, quesos, se han multiplicado. Conocidos dedicados con éxito al servicio de transporte han estacionado su vehículo y cambiado de giro, venden verduras de día y cena de noche.

 

Las autoridades prosiguen con su errática conducción, nos han tocado malos dirigentes, los peores generales. Quizá la Segunda Guerra Mundial hubiera tenido otro desenlace si el famoso general Patton no hubiera participado con EU (y claro, otros competentes generales). La película del mismo nombre estrenada en 1970 ilustra cómo este militar no sólo requirió de su preparación castrense y sus innovaciones castrenses.

 

Además, la ilustración y cultura del personaje, su conocimiento de Europa y de sus grandes guerras del pasado le ayudaron a ganar batallas, a virar de pronto ante la sorpresa de quienes desconocían el campo de batalla. Él, sin haber estado ahí, conocía el terreno, lo había leído. Su éxito fue tal que infundio respeto y miedo, de manera que aún con su omisión, usado como cebo, distrajo poderosamente al adversario alemán, con lo que le asestaron fuerte golpes.

 

Chinos, generales exitosos

 

En esta pandemia que asuela el mundo, los únicos generales exitosos han sido los chinos, rápido se repusieron del virus, la mayoría de países no, a juzgar por la cantidad de decesos. Las capacidades de los generales o dirigentes, es esencial. En batallas difíciles eso destaca. La superioridad estratégica de Álvaro Obregón acabó con la División del Norte de Francisco Villa en la Batalla de Celaya. Despedazada, nunca pudo recomponer Villa su legendaria División.

 

Es notoria la mayor preparación de los exitosos, no por tener mayores credenciales sino, además de ello, por talento y conocimientos. George S. Patton provenía de una destacada familia norteamericana, graduado en carrera militar, asiduo a la lectura de los clásicos. Su seguridad en sus tácticas militares y conocimiento del medio lo hacía desobedecer órdenes superiores, aunque ganaba las batallas, tuvo problemas.

 

Esos cuerpos de élite es lo que se necesita, de la élite del conocimiento y la preparación, de quienes saben como hacer bien las cosas. Incluso de quienes saben hacer mal algunas otras cosas. Un profesional de visita a Oaxaca nos hizo un comentario sobre la UABJO, después de conocer su deplorable estado.

 

UABJO, sin talento ni para mal

 

Quienes saquean así la Universidad de Oaxaca no tienen talento, podrían tener una Universidad más rentable en todos los sentidos, como la de Guadalajara, donde mandan los llamados Tecos,

que hacen grandes negocios, pero sostienen la calidad académica, es de las más importantes del país y de las de mayor subsidio, opinó.

 

Te aseguro —dijo—, desvían mucho más allá que los de Oaxaca, quienes aunque se lleven todo el subsidio no superan a los otros. Deberían invertir, tener calidad, buenos profesionales, ser reconocidos por la SEP, obtener lo doble o triple del subsidio actual, llevarse la tercera parte y todos contentos. Pero no tienen talento.

 

Este fin de semana terminó el ciclo escolar de la SEP. Entre tantas cosas duras de la entidad, esto es de lo peor, si es duro que muera la gente infectada del Covid o de hambre, durísimo es que se siga cancelando un mejor futuro para la mayoría de oaxaqueños y la entidad.

 

El mentiroso del IEEPO

 

En el anuncio que hizo acá el IEEPO van varias mentiras, con su titular, Francisco Ángel, especialista en la base de la politiquería que es la simulación y para nada en educación. La primera es que 900 mil alumnos terminaron sus actividades escolares por televisión e internet. Datos oficiales indican que acaso el 10 por ciento de las casi 14 mil escuelas de educación básica de Oaxaca tiene acceso a internet. Habrá que ver cuantas computadoras y cuántos maestros sabrían manejar un programa para dar clases en línea, sin duda menos.

 

La otra mentira es que los maestros atendieron de acuerdo al programa de aprendizaje. Los especialistas sostienen que las clases a distancias no pueden ser como las presenciales, no se puede poner al maestro de un lado de la pantalla y del otro lado al educando. La educación a distancia tiene sus propios métodos, que si no se usan no sirve. Y si a eso le agregamos lo que denunció un diputado local de la mixteca, que en Tlaxiaco el servicio de internet se interrumpe cada dos minutos...

 

Así, podríamos analizar cada área de la administración, donde gobierna no una meritocracia, el de los mejores, sino una kakistocracia, el de los peores. No es extraño que perdamos cualquier guerra, como la de hoy cuando el coronavirus hace estragos en la población. Pero tampoco podemos decir de los oaxaqueños como el Mio Cid: “Qué valiente vasallo si tuviera buen señor”., no hay ni uno ni otro. Sin mejorar la educación no avanzamos nada, con ignorancia no hay crecimiento, pero es lo que quieren los del poder en Oaxaca, así aseguran su dominación.

 

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