¿Hasta la diferenciación del voto beneficiaría a Obrador?

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Está visto que la tendencia en las encuestas a los electores, rumbo al próximo proceso electoral favorecen notoriamente al candidato de la Coalición Juntos Haremos Historia, al fundador del partido MORENA, López Obrador.  Hay trabajos demoscópicos que dan hasta más del 50 por ciento de las preferencias a este candidato.

 

También se empieza a ver que lo más que pueden lograr las otras coaliciones, es captar los resultados del voto dividido de los electores, es decir que la gente de Oaxaca vote por dos o tres o más partidos de las cinco boletas que tendrá en sus manos el 1 de julio: presidente de la república, senadores, diputados federales y locales y presidentes municipales.

 

Una encuesta de Mitofsky arrojó que 49.5 por ciento de preferencia del voto es para Andrés Manuel, pero advierte que el 37 por ciento de los electores podría dividir su voto entre dos o más partidos, de manera que, dice, no se debe asociar la futura votación para presidente con las de diputados y senadores.

 

Según Mitofsky “no debemos tomar la preferencia nacional a presidente como adelanto de lo que puede pasar en los votos para conformar el senado o a la cámara de diputados”.  https://bit.ly/2GntzcT Menos en las elecciones municipales.

 

Lo anterior se confirma in situ en Oaxaca pero al revés, parece que habrá voto dividido pero a favor de Morena. El dirigente del PRD en Oaxaca, Raymundo Carmona, fue duramente abucheado en un mitin de la Coalición Por México al Frente (PRD, PAN y MC) en el municipio de Tlaxiaco cuando cuestionaba al hombre de MORENA, Andrés Manuel. Lo llamó priista y ratero, y con toda su calidad moral dijo que si alguien conoce a Andrés Manuel López Obrador, “es éste que tienen acá enfrente”. El abucheo ya era imparable y se incrementó cuando pidió el voto para Ricardo Anaya.

 

Al parecer, los candidatos de esta coalición podían presentarse y hablar, pero no meterse con ya saben quién. La reacción del perredista abucheado fue de correr a sus detractores, “y si a alguien no le gusta, tiene derecho a irse”, dijo un irascible Raymundo Carmona, sempiterno presidente municipal de San Pedro Pochutla y eterno mozo de estoques de José Murat.

 

El PRI, una táctica

 

En la táctica de pedir el voto parejo, el cruce de todas las boletas para un solo partido, se inscribe de manera formal en la campaña de la coalición PRI-Verde- PANAL sólo en los mítines grandes, como se vio en la presentación de los candidatos a senadores en Cosolapa Oaxaca, tierra del delegado del candidato Meade en Oaxaca, el impresentable Alejandro Avilés. Empero, acá hubo un detalle de oficio político, no agredir a ya saben quién. Las alusiones fueron más para quienes acaban de abandonar ese partido y se fueron al Frente por México, Héctor Pablo Ramírez, notoriamente, pero también Teófilo Manuel García Corpus. El primero candidato a Senador por ese Frente y el segundo a diputado federal plurinominal.

 

La alta popularidad de López Obrador aún no parece estar considerada en las estrategias de campaña de sus adversarios, eso se entiende de sus oponentes para la presidencia obligados a confrontarlo, pero no así de dirigentes y candidatos de otros partidos a los otros cargos. Sólo el voto dividido puede llevarlos al Congreso y a las presidencias municipales, pero el costo es alto: prescindir de pedir el voto para José Antonio Meade o Ricardo Anaya. Falta un tiempo aún para ver qué hacen.

 

No obstante, hay quienes ya revelan como táctica de campaña pedir el voto diferenciado. En Huatulco, la candidata a diputada local priista por el distrito 25, Rosalinda Figueroa, dijo que más allá del efecto “López obradorista”, los votantes tendrán que decidir entre candidatos con “sólido historial de trabajo y quienes solo son ´un tronco seco arrastrados por la corriente´”. La táctica advertida es: tratar con respeto al puntero y llamar al voto diferenciado.

 

Sin embargo, las campañas locales apenas inician, quizá veamos modificación de estrategias, tácticas y mensajes, aunque no puede ser muy tarde, si quieren entrar en la mente de los electores con su operación política, propaganda y busca del voto. Pedir el voto parejo podría significar jugar a todo o nada, perder la presidencia de la república y perder el control del Congreso federal y los locales, desde dónde se puede cogobernar, parar reformas o contrarreformas y servir de equilibrio o contrapeso. Las encuestas que tienen 20 puntos debajo del puntero Andrés Manuel al abanderado del PRI sugieren un cambio de estrategia o esto de plano se pondrá hasta aburrido. A menos que sea echarle montón con Anaya en la parte final del proceso, cuando pueda ser claro que el tabasqueño sea inalcanzable.

 

Elecciones de 3 mil 400 cargos

 

Tendremos en el país en este 2018, las elecciones más grandes de la historia, con un factor nuevo, la concurrencia por primera vez de todas las elecciones, federales y locales. Se elegirá presidente de la república, gobernadores en nueve estados, senadores, diputados federales, diputados locales y cabildos municipales. Se disputan 3 mil 400 cargos. Son 500 diputados federales, 300 de mayoría relativa o voto directo y 200 de representación proporcional (plurinominales), así como 128 Senadores.

 

En 30 de las 32 entidades federativas habrá comicios locales. Elegirán gobernador nueve estados: Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz, Yucatán y la Ciudad de México. En algunos estados sólo habrá elección del Congreso y en otros también autoridades municipales. Sólo en Nayarit y Baja California no habrá ningún tipo de elección local.

 

La realización de elecciones municipales, al menos en Oaxaca, puede impactar en los resultados, donde la alternancia partidista en la conformación de los cabildos es alta. Casi el 62 por ciento de los 153 municipios con elecciones de partidos políticos votaron por un partido distinto al que gobernaba su ayuntamiento en 2016. El típico voto de castigo contra quienes gobernaron mal.