Atender la pesca, principal vocación de Oaxaca: diputado domínguez

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Oaxaca se ha medio construido a contracorriente de sus potencialidades. No son la agricultura ni la ganadería sus vocaciones, pero así todos los gobiernos han justificado sus políticas. El diputado Ángel Domínguez revive la necesaria Secretaría de Pesca y Acuacultura, para atender una de las principales vocaciones naturales productivas de la entidad.

 

En cuanto a agricultura se ha implantado en sexenios anteriores programas exóticos como la producción de uva en Santo Domingo Tonalá, en la Mixteca, y en Santo Domingo Barrio Bajo, Etla la producción de colorante con base en la flor de cempasúchil. Dos ejemplos de esos intentos, a la postre fracasados. El primer programa con el ex gobernador Pedro Vásquez Colmenares y el segundo con Heladio Ramírez López.

 

En ganadería, desde el sexenio de Pedro Vásquez se intentó “aclimatar” en Oaxaca a un tipo de ganado traído de Europa, en un programa que llamaron Ganado Oaxaca, instalado en el norte del Istmo de Tehuantepec, en Mogoñé, el Rancho de Ganado Oaxaca. Prosiguió la tentativa con Heladio y luego con Diódoro, el más joven de los últimos gobernantes que tuvo en esas estupendas instalaciones su centro de esparcimiento. Hoy abandonado e invadido en el 50 por ciento de su extensión.

 

Las reales potencialidades productivas de Oaxaca, la pesca y la explotación forestal racional no han sido ensayadas como políticas públicas. Ni siquiera en las universidades e institutos, los pocos empresarios que incursionan en los llamados bosques artificiales lo hacen a ojo de buen cubero, no hay investigaciones locales para un profesional manejo de esos bosques. Lo que sí se da en la República de Chile.

 

En materia pesquera el panorama es igual, con una flota vieja y siempre endeudada, explotada, además, por quienes han sido sus líderes en el único Puerto de altura de Oaxaca, Salina Cruz. En enero de este año el diputado presidente de la Comisión de Agua y Saneamiento, Ángel Domínguez Escobar, exhortó al gobierno del estado a poner en marcha la Secretaría de Pesca y Acuacultura (SEPESCA) y el Consejo Estatal de Pesca y Acuacultura de Oaxaca. Una disposición ya legislada desde el año de 2013 con la LXI Legislatura, pero no ejecutada.

 

¿Cuál es la peregrina idea? Cuando se logran buenas disposiciones que servirían de algo al impuso productivo de Oaxaca, se les detiene, acaso se trata de impedir el desarrollo estatal, que sigamos en este estado de subdesarrollo. Los argumentos de la propuesta de Ángel Domínguez, motejado por AMLO como El Andariego, son vastos:

 

Vasta potencialidad

 

Oaxaca ocupa el quinto lugar nacional con mayor superficie de litorales, 8 sistemas lagunares, 150 mil hectáreas de lagunas costeras, 22 municipios y 254 comunidades pesqueras, 78 mil hectáreas distribuidas en 4 grandes presas, 14 cuencas hidrológicas, 33 ríos principales, dos vertientes en Golfo y Pacífico, 4 especies principales, (trucha, tilapia, lobina y langostino), 9 mil pescadores o usuarios de recursos pesqueros y acuícolas, 3 centros de producción para cría de tilapia para 7.5 millones anuales, 5 centros de producción de crías de truchas para 2,5 millones anuales, 21,645 toneladas en volumen de producción, 2 mil 782 embarcaciones registradas, 37 embarcaciones de altamar, 409 granjas acuícolas, 5 federaciones pesqueras y 2 sistemas producto y un comité de sanidad acuícola.

 

Ante ese formidable potencial, el diputado Domínguez propuso con elemental sentido común echar a andar esa Secretaría, pero su propuesta sigue en estudio, es muy posible que siga así por mucho tiempo y que así termine en esta legislatura, como en las anteriores. Ni a los gobernadores ni a los diputados les interesa mucho el desarrollo real de Oaxaca. En cambio, aprueban absurdos como ese extraño fideicomiso para el endeudamiento de los municipios, pero cuyos préstamos administrará el gobierno, cuando los Ayuntamientos se pueden endeudar solos. ¿De qué se trata?