Mezcal, trampas de la obsoleta denominación de origen

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Cuauhtémoc Blas   

 

De acuerdo a análisis recientes, investigadores y académicos, así como conocedores del sistema agave mezcal, la denominación de origen ya no es algo que sirva realmente a Oaxaca, si bien en algún momento fue útil. Son varias las consideraciones que restan importancia a la disputa por su exclusividad o reducción del área nacional que habría de abarcar dicha denominación. Esto ha ocupado la atención de la opinión pública ahora que otros tres estados de la república fueron incorporados a los nueve ya incluidos en esa denominación. Y vienen más estados.

 

Denominación de origen, beneficio para ricos

 

El primer punto es que la denominación oficial de mezcal está restringida de suyo a quienes cumplan con la Norma Oficial Mexicana de ese producto.  Es un asunto de los comercializadores, de quienes se disputan el gran pastel de dinero que extraen del centenario producto del maguey cocido. Salvo excepciones, no es algo que sirva a los mezcaleros de Oaxaca, a los auténticos productores, los grandes recursos que supone la restricción en el uso de la famosa denominación de origen no llega a esos mezcaleros de los pueblos.

 

El doctor Felipe Palma Cruz, con sus más de 30 años de investigación permanente sobre el agave y mezcal, en el ITO, luego de su maestría y dos doctorados con el mismo tema, expresó con esa autoridad: “La denominación de origen del mezcal lejos de tener trascendencia socioeconómica,  lejos de beneficiar a nuestros productores de maguey o mezcal difícilmente los alcanza, no tienen una marca pues no tienen con qué pagarla, en la economía formal no se arroja ningún beneficio para ellos con esa denominación”.

 

Lo anterior fue expresado en la Mesa Redonda organizada por la Asociación de Periodistas de Oaxaca A.C. (APO), “¿Denominaciones de origen, ¿adecuadas?”. ¿Qué trascendencia ha tenido en el desarrollo regional y nacional esto de la denominación de origen?, preguntó el doctor Palma. Aparte de la garantía de que ese nombre solo se puede usar en este país que es México, debería servir para mejorar la vida de los productores. Si vemos los indicadores básicos de salud y educación de éstos, vemos que no se notan, no hay impacto palpable en el desarrollo de Oaxaca”, expresó.

 

Las denominaciones de origen no están funcionando. Es una coartada para incluirse un montón de comercializadores. Si para esas denominaciones lo importante son las características propias de cada mezcal, nada tienen que ver mezcales de Oaxaca con los de Aguascalientes, por ejemplo. En Oaxaca mismo no hay un sólo mezcal sino muchos mezcales. Nosotros tenemos mezcales en todo el país, el más grande, el tequila no deja de ser un mezcal. Podríamos tener acá un mezcal de Sola de Vega o de Ejutla, todos tienen características diferentes que los define, asentó el doctor Palma. https://www.facebook.com/Apooax40/videos/310634303045283/

 

Mezcal, no sólo es de Oaxaca

 

Luis Nogales, del Centro de Estudios sobre el Maguey y Mezcal, destacó en esa Mesa la gran falta de información sobre el Mezcal, producto que no es solamente oaxaqueño, bebida rodeada de muchos mitos, uno de ellos es que el origen del mezcal es de Oaxaca. Investigaciones sitúan su origen en el volcán de colima. Hay destilados de agave en otras partes del mundo, en Sudamérica, como en Venezuela. Pero también se está destilando un pulque en Ecuador.

 

Para el periodista y escritor sobre el mezcal, Ulises Torrentera, está claro que quieren “tequilizar” el mezcal, buscan su industrialización total, la lucha contra la denominación de origen, dijo, no es más que la manifestación para evitar que el mezcal continúe con los pasos del tequila.

 

Para el mezcólatra lo que hace el gobierno de Oaxaca es demagogia, pues toda la cadena de producción desde la siembra, producción y comercialización está disgregada, no hay políticas públicas de largo plazo, todo se improvisa. Al gobierno sólo le importan los lucimientos inmediatos, de suyo el maguey es un cultivo de largo plazo, si hoy se siembra se cosecharía hasta dentro de 7 o 9 años, lo cual no le reditúa a ningún gobernador o legislador, por eso hacen políticas de lucimiento, programas para paliar y presumir que apoyan a los productores.

 

Legisladores, ¿complicidad o desinformación?

 

Eso es precisamente lo que acaban de hacer los legisladores oaxaqueños en el Congreso federal, hacer el juego a los grandes capitalistas que se están apropiando del concepto mezcal, como la empresa de Mezcal Pierde Almas, adquirida por una transnacional estadunidense. Con el argumento simplón de defender a la centenaria bebida oaxaqueña y acompañados de mezcaleros de utilería, pusieron el grito en el cielo en defensa de una denominación de origen que, como hemos visto, nada sirve a esos productores oaxaqueños sino a los grandes empresarios y ahora a empresas transnacionales que se disputan ese mercado que vislumbran millonario.

 

La marcha multiplublicitada de dueños de marcas del mezcal con el gobernador de Oaxaca en la ciudad de México fue otro despropósito, no es con esos nocivos actos de presión que se esgrimen cuando se quiere ganar en la calle lo que se pierde en tribunales, como se obtendrá un veredicto favorable. Al parecer, se trató de una estratagema que dejó de lado, con toda intención, una bien planteada ruta jurídica.

 

Lo anterior fue señalado por el periodista y abogado Adrián Ortiz Romero, también participante de la Mesa Redonda,  el gobierno de Oaxaca de verdad quisiera defender el gran círculo económico que supone el sistema agave-mezcal, ya estaría fundando el Instituto del Mezcal, con una buena política de gobierno, como hacen otros países que con productos menos demandados así los potencian, en busca de más mercados, con lo cual generar más trabajo, más riqueza, más empleo.

 

Por otro lado, tampoco han querido invertir en un Museo de Mezcal. Sale más barato hacer una marcha, bloquear vialidades de la Ciudad de México con un acto incongruente.

 

Y nuestros ínclitos noveles legisladores federales siguen ese juego inocuo.

 

Mezcal, trampas y alternativas

 

El asunto de la denominación de origen del mezcal (DO), que pudo ser útil en un primer momento, ha dejado de serlo al dar paso de manera exclusiva a un interés económico voraz. De entrada, está tendenciosamente planteada, con la puerta abierta para que cualquiera incursione en el negocio del mezcal.

 

Luis Nogales, director del Centro de Estudios sobre el Maguey Mezcal sostuvo lo anterior, así como están las normas, dijo, se permite que cualquier empresario comercializador pague una renta al productor mezcalero por el palenque de éste, registrarse como productor, firmar un contrato de ese arrendamiento y con eso inscribir su negocio dentro de la Norma Oficial Mexicana (NOM) y la DO del mezcal, explicó Nogales, experto en el tema. No son maestros mezcaleros sino comercializadores que aprovechan los vacíos jurídicos de la norma, agregó.

 

Las Indicaciones Geográficas, serían más útiles

 

Nogales abundó largamente en las indicaciones geográficas y su mayor pertinencia para caracterizar los distintos mezcales regionales, no sólo del país, sino de la gran variedad que se encuentra en el estado de Oaxaca. No está en duda el predominio de Oaxaca en el mercado del mezcal en el país, acá se produce el 80 por ciento de esa bebida que se mueve en el mercado.

 

Además de tener el mayor número de especies de agaves o maguey, Oaxaca tiene también el mayor número de productores, en lo que coincidió con el doctor Felipe Palma del ITO, quien agregó que en Oaxaca se encuentra el más grande banco de germoplasma del maguey en México, hasta el agave Tequilana Weber, con que se hace el tequila en Jalisco, sus especies silvestres sólo se encuentran en el Valle de Tlacolula y ya no en aquel estado.

 

La DO mezcal lo tenían nueve estados, algunos sin fundamentos claros.  Oaxaca, Guerrero, Michoacán, Zacatecas, San Luis Potosí, Tamaulipas, Guanajuato, Durango y Puebla. En la participación del público se desconfió de los procesos para la inclusión de varias entidades. Se dijo que Fox incluyó a su natal Guanajuato, Calderón a Michoacán y Peña Nieto recientemente al Estado de México. Así, se comentó, Tabasco podría ser el próximo.

 

Aunque también se destacó que no solamente los presidentes han logrado eso, pues Puebla, entidad que era el de más reciente inclusión, 2017, lo hizo un simple secretario general de gobierno, Diódoro Carrasco Altamirano, ex gobernador de Oaxaca, quien, se dijo, llevó ese negocio al estado vecino donde labora como alto funcionario. Sin embargo, el IMPI fue impugnado entonces pues Puebla sólo tenía 3 productores de mezcal y le dieron a 75 de sus municipios la DO.

 

Con la inclusión de Aguascalientes, Estado de México y Morelos, son 12 las entidades del país con esa DO, lo que arroja un área gigantesca, de unos 70,000 Km2, donde se hace tabula rasa de biodiversidad o variedades de agaves, procesos productivos y características regionales.

 

Daños de la moda del mezcal

 

Pero no es un prurito localista lo que despierta en la gente informada de Oaxaca el rechazo a la dinámica reseñada, más que rechazo a la inclusión de nuevas entidades, es a un concepto de DO fallido, que no sirve para diferenciar el producto. Rechazo a esa metodología obsoleta que implica el rebajamiento a una producción industrial y masificada que supone la intensiva comercialización de la bebida, despojada de la calidad que le ha impreso desde hace centurias el trabajo artesanal de los mezcaleros de abolengo. Tequilización del mezcal se ha llamado a esta tendencia homogeneizadora exclusivamente lucrativa, que desecha la diversidad de agaves.

 

La actual moda del mezcal en México y el mundo es otro impacto no menos dañino por la súper explotación de agaves silvestres y de todo tipo para satisfacer un mercado que demanda una bebida exótica.

 

Hay que asomarse a los daños que la marca Pierde Almas ha dejado en la zona de Chichicapam, tras de lo cual se apresta a continuar esta sobre explotación en otras regiones luego de que esta marca fue vendida a la empresa transnacional de EU, Diageo, dueña de marcas de whisky y del Tequila Don Julio.

 

Tampoco es un afán seudo romántico, como se da en otras áreas ocupadas de las tradiciones oaxaqueñas, o de símiles de antropólogos que pugnan por la cuasi inmovilidad histórica de los pueblos indígenas. Con el sistema agave mezcal, que sostiene aun humildemente la economía de muchas familias y poblaciones, aprovechar la diversidad de agaves para la producción de mezcales distintos en ecosistemas diferenciados como se da en Oaxaca, bajo formas artesanales, es otra manera de hacer negocio, más inteligente, que vendería, además, riqueza en diversidad y calidad artesanal.

 

Nogales propone que las DO sean regionales, pues la que está en la ley abarca a tantos estados que no indica nada, por eso es que se dice que ya no es útil más que para empresarios no siempre escrupulosos. Incluso, agregó, que sean DO microrregionales, pues las variedades de maguey, de producción (machacado, destilación) cambia de un pueblo a otro en Oaxaca.

 

Opciones para auténticos mezcaleros

 

También se esgrimieron otras opciones, donde los productores se tendrían que organizar y tener su propio órgano regulador. Con ciertas políticas para su proceso de producción, con un sistema para la garantía de la calidad, es decir que sean los mismos productores, junto con los consumidores y especialistas, los que certifiquen todo este proceso de calidad de su producto.

 

Para eso el ingeniero Luis Méndez, productor mezcalero de Sola de Vega, planteó que fuera de las disputas de la denominación de origen, que está claro no sirve a los auténticos productores, se coloque una etiqueta en las botellas de mezcal con información veraz y honesta, sobre la variedad del agave usado, el grado de alcohol, el productor y su zona, etc.

 

En este punto se habló de la pertinencia de las marcas colectivas que algunos pueblos ya están trabajando, lo cual exige la organización y unidad de los productores, para que sean ellos mismos los envasadores de su mezcal. Para que ya no los tengan que vender a bajos precios a “coyotes” o intermediarios que compran a cien pesos el litro y con una bonita botella y colorida etiqueta con su DO lo coloque en el mercado en 2, 5 o 7 mil pesos. Hoy hay otros instrumentos que permiten a los productores protegerse.

 

Esto va a llevar años, pero se tiene que trabajar conjuntamente con la academia, pero que beneficie a la gente de los pueblos oaxaqueños, sugirió Ulises Torrentera, participante de la Mesa Redonda.

 

Después de un tiempo debe notarse la mejoría en la calidad de vida de quienes producen la riqueza, y que ahora queda en manos de intermediaros y empresarios comercializadores, que han sacado al mezcal de su dinámica genuina para llevarlo a una donde normas e instrumentos legales (NOM y DO) están al servicio de “intereses bastardos” comerciales, como dijo en ese foro Alberto Sánchez, editor del libro Oaxaca, Tierra de Maguey y Mezcal.