Servicios de Salud: saqueo, desabasto de medicinas, caos

Imprimir

Oaxaca, desvío de 6 mil millones en Salud

BINIZA DÍAZ ROMERO

 

Salud: desabasto de medicamentos, servicios reducidos a urgencias por paros constantes, demoras en la programación de cirugías, obras inconclusas y una nómina desordenada. En 2017, ya en este sexenio, no se acreditó el ejercicio de 264 millones de pesos. En total se anunció un desvío de 6 mil millones.

 

Por los 6 mil 870 millones de pesos de pasivos, la Unidad de Administración y Finanzas de la Secretaría de Salud Federal ubica a Oaxaca como el tercer estado del país, después de Chiapas y Veracruz, con la deuda más grande en materia de salud.

 

Son 2 mil 200 trabajadores contratados en años anteriores sin cobertura presupuestaria quienes justifican el gran boquete. Tomar las cuotas de aportación a instituciones como el ISSSTE, FOVISSSTE o la Secretaría de Hacienda y pagar una nómina de trabajadores eventuales, fue la “sabia” decisión desde el sexenio de Ulises Ruiz, Gabino Cué Monteagudo y parte del de Alejandro Murat.

 

La medida es tan sólo una muestra de la discrecionalidad con que se manejan los recursos de salud en la entidad, que al año comprenden poco más de 6 mil millones de pesos, principalmente del Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud (FASSA).

 

Fue de los 4 mil 159.5 millones de pesos que en el ejercicio presupuestal 2017 comprendieron ese fondo, que la Auditoría Superior de la Federación identificó que los SSO no acreditó cómo ejerció 264 millones de pesos, que incluía el pago de personal contratado sin el perfil académico requerido o con licencia de comisión sindical para que gozaran de sueldo.

 

Saqueo con la complicidad sindical

 

Es precisamente la dirigencia de Mario Félix Pacheco en la Sección 35 del Sindicato Nacional de Trabajadores de Salud (SNTSA) la que ha mostrado complacencia para avalar las determinaciones de las autoridades.Con una base sindical dividida, ha recibido múltiples acusaciones de beneficiarse de manera personal con licitaciones de uniformes, la permanencia en nómina de familiares cercanos y su crítica blanda no demuestra lo contrario.

 

La breve estancia de Juan Díaz Pimentel en la dependencia a partir de enero de 2018 significó hacer del dominio público el desvío de cuotas de las y los trabajadores para el pago de nómina sin techo financiero.

 

El 16 de enero de ese año el ex funcionario comunicó el despido de más de dos mil trabajadores eventuales y el retraso en el pago de su salario de regularizados y formalizados porque los recursos provenían de cuotas que se debían pagar a terceros institucionales.

 

En un video difundido por las plataformas digitales, Díaz Pimentel afirmó que el desvío ascendía a 6 mil millones de pesos, de los cuales mil 570 millones eran cuotas que se descontaban al trabajador pero que no se pagaron al ISSSTE.

 

Obras inconclusas y saqueadas

 

Recientemente la Junta Directiva del ISSSTE dio su aval para “ejercer las vías legales necesarias” que permitan hacer efectivos los adeudos por concepto de cuotas que tiene el Gobierno de Oaxaca.

 

El monto exacto de la deuda, al mes de mayo, se desconoce. Sólo se ha hecho saber la intención de firmar un convenio de reconocimiento del adeudo y a su vez establecer la forma de pago. Al final de cuentas, el dinero que se pague a esa dependencia federal vendrá de recursos de la Federación, en un estado dependiente.

 

El mal uso de los recursos está tan bien identificado por el Gobierno Federal, que Oaxaca aporta alrededor de una quinta parte de los 250 inmuebles de salud que llevan años esperando se concluyan.

 

Con el ex gobernador Ulises Ruiz Ortiz (2004-2010) se colocó la primera piedra de lo que serían hospitales materno infantil, que después se supo sólo serían Centros de Salud con Servicios Ampliados (CESSA), ni eso llegaron a ser.

 

Las construcciones en obra negra o sin equipamiento, lucen abandonados y saqueados en municipios como Reyes Etla, San Felipe Jalapa de Díaz, Santiago Chazumba o Matías Romero, por mencionar algunos.

 

Pero de todas esas obras inconclusas, la joya del cinismo político es el anunciado como Hospital de la Mujer en 20 mil metros cuadrados de construcción en Reyes Mantecón, un predio cercano a la Ciudad Judicial y Administrativa.

Tras 12 años en que se han invertido 914 millones de pesos, para que pueda abrir sus puertas requiere 382 millones de pesos en equipamiento.

 

Desde antes de su segundo informe de gobierno, Alejandro Murat anunció que se abrirá con 30 camas, sólo el 25 por ciento de las 120 con que se proyectó y cuya infraestructura está al cien por ciento, una vez que la Secretaría de la Defensa Nacional realizó una última inversión y se encargó de concluir la infraestructura.

 

Incluso el gobernador ha dicho que se entregará al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) para su operación, pero la dependencia no ha confirmado tales intenciones de evadir la operación de un hospital que tan sólo con 30 camas requiere un presupuesto anual de 187.4 millones de pesos y de 468 millones de pesos si opera con 120 camas.

 

Pero ha sido el Gobierno Federal quien le ha cambiado los planes al Gobierno del Estado. En declaraciones a la prensa la comisionada Nacional de Protección Social en Salud, Ivonne Cisneros Luján, indicó que del Seguro Popular dispondrán de los 350 millones de pesos que se requieren para terminar de equiparlo.

 

Gobernador, declaraciones erradas

 

Las declaraciones del gobernador Murat han sido tan desafortunadas, que mientras las autoridades federales descartan realizar nuevas obras porque hay muchas inconclusas, él se atrevió a asegurar que en este año se comenzará a construir, en las instalaciones del Creno ubicadas en la Avenida San Felipe del Agua, las nuevas instalaciones del Hospital general Doctor Aurelio Valdivieso con más de 50 años en funcionamiento.

 

El cambio de administración federal ha significado para Oaxaca un intento de quitar a las autoridades locales el control de los recursos en materia de salud, pero ha sido eso, sólo un intento.

 

A pesar de que en diciembre de 2018 Oaxaca fue uno de los primeros seis estados en firmar convenio con el presidente Andrés Manuel López Obrador para la implementación de un sistema nacional de salud, la centralización o federalización de los servicios no termina de concretarse.

 

En las unidades médicas el desabasto de insumos y medicamentos es constante. En el mejor de los casos, quien acude a un centro de salud por un problema de salud, puede surtir uno de dos medicamentos de la receta que le expiden

 

El intento por concentrar las compras mediante una licitación internacional que estaría lista en el segundo semestre de este año, retrasó el suministro de medicamentos a Oaxaca y le dio una nueva oportunidad a las autoridades locales de mantener el control.

 

Son alrededor de 20 millones de pesos, diez provenientes del Gobierno Federal y los otros diez del gobierno estatal, los que se canalizaron en este mes de mayo para la compra directa de medicamentos.

 

Abasto de medicina, abajo del 30%

 

Hospitales como el General doctor Aurelio Valdivieso reportó desde abril niveles por debajo del 30 por ciento y aunque en la primera quincena de mayo les llegaron las primeras dotaciones, el abasto real no superó el 40 por ciento de lo que más se necesita.

 

Las brigadas de las unidades médicas móviles del Programa de Ampliación de Cobertura, a falta de tres millones de pesos mensuales para viáticos y combustible, han estado paradas.

 

Esa inconformidad, junto con el despido de 167 trabajadores del programa Oportunidades, propició las protestas de mayo. Trabajadores despedidos protestaron en el Centro de Salud Urbano número uno cuando lo inauguró el secretario de Salud federal, Jorge Alcocer. Las respuestas para la continuidad de ambos programas para las poblaciones marginadas, no han llegado.

 

Esa es tan sólo una muestra de una lista larga de pendientes que hacen que el derecho a la salud de quienes viven en Oaxaca y carecen de seguridad social se vulnere todos los días.