Basura, ambulantes, transporte e indígenas, fuera de los planes

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Ambulantaje y basura son dos problemas centrales pero desatendidos de Oaxaca de Juárez, apenas y los mencionan en un par de párrafos los Planes de Desarrollo Municipal del Ayuntamiento anterior (2017-2018) y el actual (2019-2021). Dos de los conflictos más a la vista de la ciudadanía que le afectan severamente. 

 

Problemas de muy difícil solución, desde hace una década o más el basurero de Zaachila rebasó su vida útil, pero se le hacen extensiones y adecuaciones para que prosiga, ningún Ayuntamiento ha podido a superar ese problema. El ambulantaje en el Centro Histórico está igual, los funcionarios no saben cómo enfrentar a las mafias del comercio en vía pública. Los jefes de esas mafias están dispuestos a todo, su fuerte es violencia y presión.

 

De ahí que las escasas líneas de acción de nuestros Ayuntamientos para atender esos problemas sean mínimas y superficiales. Se saben incapaces de resolver o disminuir esos problemas, ni siquiera emiten un mínimo diagnóstico que sería en sí mismo una denuncia de los grupos de poder que tienen copada a la municipalidad y le restan autoridad. Mejor ni los tocan, no se vayan a violentar de más. Como no van a abordar esas áreas, las excluyen de sus planes, las borran de sus políticas públicas.

 

Planes de Fraguas y Oswaldo

 

En el plan del gobierno de Fraguas sólo se leen escuetas líneas sobre comercio en vía pública: “Delimitar el universo de comerciantes que operan en el municipio. Desarrollar estrategias y capacidades que fomenten la regularización del comercio informal (pág. 90-91)

 

Y de la basura más escasas líneas como éstas: “Diseñar e implementar instrumentos de planeación estratégica para la recolección final de los residuos sólidos y líquidos”. (Pág. 95) Aunque desde hace 10 años BANOBRAS autorizó un crédito para la construcción del nuevo basurero, ningún Ayuntamiento ha logrado hacerlo.

 

En Plan de Oswaldo recién aprobado (26 de junio 2019) no es más prolífico, plantea dos actividades de ejercicio interno del gobierno municipal; otro de colaboración con los otros dos niveles de gobierno; y sólo uno, el último, para la atención al problema en las calles del Centro Histórico:

 

“1 Revisar y actualizar la normatividad municipal en materia de regulación de la actividad comercial en vía pública; 2 Capacitar al personal y mejorar los mecanismos de supervisión (…); 3 Establecer mecanismos de colaboración con los gobiernos estatal y federal para generar incentivos para la incorporación a la formalidad de las unidades económicas en vía pública; 4 Gestionar y promover espacios para (su) reubicación…” (Pág. 152)

 

Líderes y políticos, la fuerza

 

Es posible que haya quienes acepten ser reubicados, pero quienes monopolizan los espacios, los rentan o los usufructúan desde hace lustros, requieren otro tratamiento, de planeación, de atención proactiva y no la reactiva que no ha sido útil.

 

La señora Carmen Luján, por ejemplo, que se ha adueñado de las banquetas y en ocasiones de calles enteras como la de Flores Magón del Centro; no está sola, cuenta con la fuerza que le han dado ayuntamientos anteriores, quienes hoy la sostienen. Recordar que los años del mayor empoderamiento de Luján fue en el trienio de Javier Villacaña, cuando los directores de comercio, jefes de inspectores y de mercados estaban en arreglos con la lideresa, quien tenía derecho de picaporte en la oficina de ese edil. http://www.revistaenmarcha.com.mx/reportaje/2089-2016-12-05-22-51-19.html

 

En el Mercado de Abastos y otras áreas hay grupos similares. La estructura corporativa del PRI, con sus sindicatos y grupos violentos, son el muro con que se ha estrellado el gobierno de Oswaldo García Jarquín. Sin planificación ni la asesoría necesaria se lanzó contra el comercio en vía pública según él con toda la fuerza del Estado, policías estatales y el Ejército, pero fue derrotado.

 

Y ahora Oswaldo nada hace, su errada decisión se le revirtió, lo ha dejado inmóvil. La organización 14 de Junio de Luján ahora fusionada a CATEM, más poderosos que nunca, invaden lo que quieren: Zócalo, calles aledañas a la Iglesia de la Defensa, Trujano…

 

Se sabe que anteriormente esos líderes llegaban a arreglos con el Ayuntamiento, los nuevos funcionarios municipales sostienen que el “Miércoles sin Ambulantes” en el centro, que estableció José Antonio Hernández Fraguas, tenía un costo millonario, ahora cancelado abruptamente.

 

Los fuertes intereses creados

 

De la basura ni se ocupa el actual edil, problema que a menudo pone en jaque a la ciudadanía con los paros de sus sindicatos municipales o el cierre del basurero de Zaachila. Toneladas de basura amanecen en las calles y a veces permanecen ahí varios días, con el peligro de contaminación y enfermedades, sobre todo en la población infantil.

 

La administración de grupos de ambulantes no es sólo comercial, que deja dividendos a los líderes y funcionarios cómplices, es también de presión y poder político; son votos en las elecciones y boicot a las autoridades de diferente partido, o a veces hasta del mismo como sucedió entre Villacaña y Fraguas. No sólo el PRI tiene esta fuerza, si bien es el que tiene más, también el PRD con Hugo Jarquín convirtió en mercado El Parque del Amor. Jarquín, por cierto, sirvió para dividir y quitarle votos al candidato de su partido en 2013 para que ganara el PRI con Villacaña. Servicios que se corresponden, naturalmente.

 

Resolver estos problemas es enfrentar a intereses creados y arraigados, fuertes. Es cómodo tratar de esconderlos, pero el ofrecimiento de quienes gobiernan hoy fue de cambio y transformación. La ciudadanía exige que cumplan. Los funcionarios sabrán qué tipo de acciones tomarán para resolver, es su trabajo, para eso buscaron los cargos y por eso se pagan, y se pagan bien.

 

De la población indígena sólo menciona el Plan, casi por no dejar, que “sufre el agravio a sus derechos de alimentación, salud, escolaridad y condiciones básicas de la vivienda, y en gran medida la falta de oportunidades laborales…”. Aquí ni siquiera hubo una teórica estrategia, ni línea de acción.