Cuauhtémoc Blas
Siempre que inicia un trienio de gobierno municipal generalmente se tiene una idea de cómo será dicho gobierno. En ocasiones el personaje es tan conocido que ya no hay ni esperanzas de que algo bueno pueda suceder para la municipalidad. Sin embargo, otras veces de aquellos que se esperan cosas buenas resultan igual o peor.
Testimonios hay a pasto de lo anterior, tan sólo de los casos en que nos hemos ocupado las pruebas son rotundas. En el trienio recién pasado, el ejemplo de Matías Romero donde llegó a gobernar por segunda ocasión un político del más rancio PRI ya conocido por su trayectoria depredadora, Cuauhtémoc Fuentes Villanueva, confirmó lo que se esperaba que hiciera: nada en bien de la población sino en bien propio.
No hay ninguna obra importante después de esos tres años, la omisión fue siempre tan notoria que llama la atención que ni siquiera una auditoría haya merecido ese ayuntamiento en alguno de los tres años por parte de la Secretaría de la Contraloría y Transparencia Gubernamental del gobierno de Oaxaca. Y es que la titular de ese elefante blanco en que está convertida esa oficina, Perla Marisela Woolrich se ha distinguido por su absoluta inexistencia. Tantas denuncias, más que nunca y hasta con pruebas y la panista histórica no se da por enterada.
En una evaluación realizada en diciembre pasado se publicaba que “La corrupción de Fuentes Villanueva abarcó todos los espacios, desde las trampas en construcción de obras con precios inflados, pasando por los ´amarres´ con empresas para destruir la red del sistema de agua potable y obligar a los vecinos a pagar miles de pesos para ser reconectados, hasta el turbio manejo de los 28 millones de pesos del FONDEN ´jineteados´ varios meses de 2011 para aplicarlos en 2012”. La nota se tituló El paso destructor del edil Temo Velorio en Matías Romero.
Como nunca este edil de la zona norte del Istmo de Tehuantepec no tuvo oposición, incluyó en sus maniobras defraudadoras a todos los regidores de oposición, quienes ni siquiera una declaración en contra o alguna crítica hicieron habiendo tanto material para ello. Temo Velorio supo salpicar aunque poquito pues los millones han sido para él. Ni siquiera los usó para allanarle el camino a su hija Tania, a quien le compró la candidatura del PRI a diputada local, creyó que con eso bastaba como antes, pero fue vapuleada por la indígena del Mixe Bajo, Zoila José Juan. Pero, como decíamos, de ese personaje ya se esperaba eso y más, pues en el pasado en pleno estado de ebriedad atropelló a una señora que murió sin que la justicia lo alcanzara. Ahora por lo menos no mató a nadie.
Sin embargo, de otros personajes de quienes se tenían buenas expectativas resultó casi lo mismo. En Huajuapan de León se dio un caso de esos, donde con el profesor y periodista Francisco Círigo Villagómez estamos ante el caso de otro seudo periodista metido a político para lograr sus ambiciones con el erario. Perseveró el panista y por fin logró gobernar esa municipalidad después de haber perdido años antes en los tribunales la presidencia. Al final queda claro que sus críticas y grandes propuestas en prensa y radio sólo eran para sorprender a los ciudadanos. Deja un municipio en franco retroceso; su legado histórico es de corrupción y demagogia.
Aquí los escándalos de corrupción también menudearon, durante el trienio pasado las acusaciones contra el ex periodista fueron diversas, como la que se dio a mediados del año pasado por compras ficticias de cloro para el agua potable, con lo cual puso en riesgo la salud de los habitantes de la municipalidad por no clorar el agua que consumen más de 13 mil habitantes. El edil culpó al administrador del agua potable pero éste lo denunció penalmente. El escándalo transcendió el cabildo con la defenestración del administrador a quién Círigo culpó del ilícito y pues como él mandaba en el cabildo el otro salió no sólo culpable sino también de esa administración.
Otro panista que desde el 2006 tronó contra los corruptos del gobierno de entonces de Oaxaca, Luis Julián Ugatechea Begué, hijo del dueño de Bar Jardín y Asador Vasco y varios más que “casualmente” inauguraron en los tres últimos años, después de perder la diputación federal logró ganar con la Coalición de partidos el gobierno municipal de la ciudad de Oaxaca en 2010 sólo para exhibirse igual que el de Huajuapan. Sin trayectoria ni oficio político el restaurantero y novel político al final dejó una escandalosa deuda pública que no se justifica pues ¿Y el presupuesto de egresos? De tal manera que hoy la nueva autoridad municipal pide al gobierno del estado 50 millones de pesos para pagar una parte de esas deudas.
Sólo de los ayuntamientos grandes o medianos de Oaxaca los ejemplos a este respecto son muchos. Hoy tenemos el caso de San Pedro Pochutla donde por tercera ocasión llega a la presidencia municipal Raymundo Carmona Laredo del PRD, e igualmente se espera muy poco para la municipalidad, desde que colocó a su pareja Tania Laura San Juan como tesorera municipal, después de la ruidosa trayectoria como su secuaz en la consecución de recursos del gobierno estatal a municipios perredistas con su respectiva “comisión” en contubernio con el subsecretario de Planeación de la Secretaría de Finanzas, Alberto Benítez Tiburcio.
Lo mismo pasa en Santa Cruz Xoxocotlán donde el flamante presidente municipal Héctor Santiago, el Lobo Mayor colocó a su sobrino Oscar Santiago Tiburcio Méndez como director de obra pública, precisamente donde se maneja la mayor cantidad de recursos del erario municipal. Después del paso depredador ahí del perturbado perredista José Julio Antonio Aquino, hoy no se ve que la suerte de Xoxo pudiera cambiar. Y en general la suerte de un gran número de municipios sigue en vilo, en Tehuantepec con Donovan Rito, en Salina Cruz con la muy desprestigiada Rosa “cemento” Villalobos, en Huajuapan con Procopio… Al contrario, vemos que los ediles se preparan pero para colocar a familiares e incondicionales en pos de seguir asolando el erario municipal.
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