Diversos cambios se registraron durante el mes de agosto en el equipo de gobierno de Gabino Cué debido a incapacidades y ajustes que éste por fin decidió hacer a fin de lograr que la nave de la democracia y la justicia en Oaxaca logre avanzar entre la tormenta desatada por su discordante equipo, los intereses partidistas y las presiones de un priismo ansioso por reposicionarse con miras al 2012.
En ese panorama, un equipo de istmeños surgidos de la izquierda que primero se confrontó y luego “amarró” con los gobiernos en turno, hizo una triunfal entrada en el nuevo equipo de gobierno pero pocos o ninguno, con experiencia en la administración gubernamental… ¿y cómo?, si el gobierno siempre lo tuvo el PRI!.
No en balde el gabinete de Gabino Cué está plagado de ex priistas, o priistas en activo que le jugaron las contras al ex candidato perdedor ulisista, Eviel Pérez Magaña. Pero ¿quiénes son y qué hacen esos istmeños “de izquierda” que recibieron posiciones a cambio de favores políticos sin cubrir el perfil? Vamos viendo.
El ejemplo más claro de ello es quizá el del político juchiteco con estudios de licenciatura en derecho en la UABJO Lenin López Nelio, quien no tuvo empacho en aceptar un cargo para el que no tenía, ni tiene, la más remota idea y que es toral para el desarrollo de la entidad: la Subsecretaría de Planeación y Desarrollo Agropecuario.
Otra cosa hubiera sido si el cargo lo hubiera ocupado su padre, el extinto Daniel López Nelio, de origen campesino, conocedor de la Ley agraria y los problemas del campo, aunque en su contra, pesen acusaciones de corrupción por haber sido ampliamente beneficiado con proyectos productivos aprobados por funcionarios estatales y federales que después se dieron de topes cuando éste nunca comprobó ningún peso de lo recibido.
Pero Lenin es un joven más preocupado por crecer políticamente para llegar a ocupar alguna vez un puesto de elección popular legítimamente ganado, (ya sufrió dos derrotas consecutivas como candidato a presidente municipal en la ciudad de Oaxaca y otra en Juchitán), que por atender el problema del desarrollo agropecuario del Estado de Oaxaca.
Lenin nada sabe del campo y no escucha a quienes sí saben. Así ¿cuándo habrá planeación y desarrollo agropecuario en Oaxaca?
Salomón Jara, Daniel Juárez…
Salomón Jara, el flamante Secretario de Desarrollo Agropecuario Forestal y Pesquero es otro caso perdido y aunque por sus venas corre sangre istmeña, merece atención aparte pues ya le andan acercando la carta de renuncia al cargo por ineficiente junto con el joven político istmeño.
Y ya que andamos en este asunto de los vínculos sanguíneos, hablemos ahora de otro funcionario ex dirigente estatal del Partido del Trabajo (PT) Daniel Juárez, primo hermano de Lenin López Nelio pues la madre de éste y el padre de Lenin son hermanos junto con el ex alcalde juchiteco Mariano Santana López Santiago, también líder estatal de ese partido político.
El flamante Secretario de Trabajo fue regidor electo del actual ayuntamiento capitalino espacio en el que se fue a refugiar luego que su aspiración a ser Diputado Local fue truncada por Andrés Manuel López Obrador que impuso a Flavio Sosa como candidato a la diputación local, lugar que originalmente dicen, le correspondía al entonces líder petista Daniel Juárez López.
Daniel Juárez nada ha aportado a este gobierno debido a su inexperiencia en la administración pública, pero también a la falta de compromiso con el Estado al que arribó apenas hace cuatro años para hacerse cargo de la campaña de su tío Mariano Santana López y brincar a la dirigencia estatal del PT. Acostumbrado a una vida de comodidades en el DF pero con una familia sin abolengo y de la que tampoco adquirió el compromiso por la lucha social, Daniel Juárez corre el riesgo de abandonar el barco del gobierno aliancista antes de que arriben al primer año de administración.
Oscar, de reprimido a represor
Otro importante dirigente y fundador de la COCEI, Oscar Cruz López, ex presidente municipal juchiteco, ex líder estatal del PRD, ex senador de la República (al ocupar el cargo tras la muerte de Daniel López Nelio de quien era suplente), también está en la cuerda floja debido a señalamientos de escasa eficiencia en su desempeño como subsecretario de Desarrollo Político del Gobierno del Estado.
Al político istmeño se le cuestiona fuertemente que pretenda someter y castigar a las organizaciones sociales y políticas y actuar como los gobiernos represores del PRI, se le acusa de poca sensibilidad y nula capacidad para enfrentar la multiplicidad de conflictos en el Estado porque no es lo mismo negociar políticamente con los istmeños que agarrar los pleitos ancestrales de las comunidades triquis, de los mixtecos, de la costa o la Cañada que no acaban de aceptar a los coceistas metidos como autoridad.
Oscar lleva su pasado izquierdoso como una difícil carga y si no logra aplicar sus habilidades caerá por su peso y terminará siendo sacrificado por los mismos que hoy se empeña en defender.
López Rosado, ¿funcionario delincuente?
Mientras que el también ex presidente municipal de Juchitán, líder coceista y dirigente de la Coordinadora Democrática de Pueblos (CDP), Roberto López Rosado, ocupa el cargo de Subprocurador de Asuntos Indígenas pero sus antecedentes de invasor de tierras en su natal Juchitán lo pusieron en la mira de las autoridades judiciales que libraron orden de aprehensión en su contra y lo colocan como indiciado en un proceso que está vigente y del que podría salir mal librado.
El funcionario gubernamental fue calificado por el diputado Local priista Elías Cortés como “otro de los delincuentes” de este gobierno.
El también coceista Saúl Vicente Vásquez quien dirige el Colegio Superior de Educación Integral de Oaxaca (CSEIO) ni figura en el gabinete gabinista y la escasa presencia y trabajo de la dependencia deja mucho que desear y sobre todo qué vigilar en el manejo de los recursos, pues de acuerdo con la auditoría aplicada por la Contraloría del Estado, hay un quebranto de 16 millones de pesos del erario por el que el antecesor tendrá que responder ante la justicia estatal.
Otro de Gyves oportunista
Emilio de Gyves Montero, es uno de los cachorros de los líderes coceistas colocado en el equipo cercano al mandatario oaxaqueño. Hijo de Leopoldo De Gyves de la Cruz, el abogado juchiteco y defensor de los comerciantes ambulantes pasó del PRD al PAN y de la COCEI a Alternativa Patriótica, agrupación impulsada por su padre y por él mismo, de donde logró sacar beneficio personal para posicionarse como precandidato a la presidencia en la pasada contienda municipal en Juchitán.
Su cercanía con el entonces Diputado Local Benjamín Robles Montoya, a la postre catalogado como Vicegobernador oaxaqueño, le permitió ser llamado a colaborar con éste solamente como asesor. Su papel es menor, pero no abandona la esperanza de colarse en el futuro en alguna de las listas de candidateables a la diputación federal o relevar a quienes sean eliminados en el primer filtro que realice el gobierno del cambio en su gabinete.
Los Reyna Figueroa
Mientras que Víctor Manuel Reyna Figueroa, hermano del ex presidente municipal juchiteco Alberto Reyna Figueroa, se colocó como Subsecretario de Desarrollo Indígena, lugar en el que ni se ve.
Y dadas las circunstancias mejor le vendría mantenerse alejado del vínculo familiar del ex alcalde coceista que hoy se dice traicionado por Gabino Cué debido a que se han ejecutado dos órdenes de aprehensión contra Artemio López López y Enrique Reyna Figueroa, seguidor y hermano del ex alcalde juchiteco por invadir terrenos privados para instalar una colonia popular y fortalecer su liderazgo. Estos hechos ocurrieron durante el trienio del ex alcalde perredista.
Esperaban más impunidad
Los coceistas creyeron que el arribo del gobierno aliancista al poder les permitiría seguir disfrutando de la impunidad de la que gozaron durante los sexenios priistas que congeló las órdenes de aprehensión como una medida de control contra los líderes coceistas a quienes manejaba a su antojo.
Pero Gabino hoy no puede hacer lo mismo debido a que las órdenes se están ejecutando no por aplicar la ley como se debe, sino por atender a una recomendación de la Comisión para la Defensa de los Derechos Humanos de Oaxaca (CDDHO) en ese sentido y de no hacerlo los actuales funcionarios públicos serían los sancionados por proteger a los presuntos infractores de la ley.
De modo que algunos coceistas más caerán en la cárcel por vigilancia de la CDDHO. Por ello, en breve veremos que las autoridades de la Procuraduría de Justicia del Estado vía Agencia Estatal de Investigación (AEI) aprehendan a los indiciados en el expediente penal 180/2007 radicado en el juzgado penal de Juchitán como probables responsables del delito de despojo en perjuicio de Celedonio Javier Luis Mendoza y otros.
Istmeños del pasado
Por otra parte, hay quienes desde su perspectiva vallistocrática se han sentido desplazados de los espacios del poder político en el Estado que durante los dos sexenios anteriores lograron colocarse en importantes cargos en los gobiernos de José Murat Casab y Ulises Ruiz Ortiz y tenían la esperanza de que en esta ocasión los istmeños quedaran fuera.
Entre lo istmeños del PRI que disfrutaron del poder para su beneficio personal y hoy son prófugos de la justicia destaca el caso del ex Secretario de Finanzas de la pasada administración Miguel Ángel Ortega Habib y su administrador Fernando Gutiérrez García.
Asimismo el ex coordinador de Coplade Bulmaro Rito y otros que están siendo investigados como Abel Trejo González y la exdirectora del DIF Estatal Karina Musalem Santiago entre otros más.
Sin embargo las investigaciones de la Contraloría y ahora de la Auditoría Superior del Estado deberán llegar más a fondo para devolver a los oaxaqueños la confianza en las instituciones luego de décadas de impunidad y saqueo del dinero del pueblo de Oaxaca.
La presencia de Carlos Altamirano en la ASE, dicen algunos, obedece más al interés de Gabino Cué de protegerse las espaldas de posibles malos manejos de los funcionarios en el gabinete y si dejan pasar irregularidades que ya están siendo señaladas desde ahora, difícilmente podremos ver el verdadero cambio que la población reclama. Al tiempo.