- Terremoto en el subdesarrollo oaxaqueño. 3era. Parte
Tercera parte
Cuauhtémoc Blas
Ahora bien, hay que decir que los gobiernos no atienden a ángeles, sino a una población recia, mayoritariamente violenta y clientelar, echada a perder por grupos de presión, partidos y tribus políticas. Habituada a responder por dádivas, despensas, apoyos, mototaxis, terrenos invadidos que se reparten entre los miembros del grupo político. Esas prácticas y esas nuevas colonias son tanto de la Cocei-PRD como del PRI. Ambos partidos se han alternado para arruinar Juchitán.
Cocei y PRI arruinaron Juchitán
Juchitán de Zaragoza es uno de esos municipios, o el único, donde para triunfar en las elecciones no hace falta ganar el voto de la sociedad no incluida en lo clientelar, a diferencia de la mayoría de municipios; según observadores de la realidad local, aquí si no se logran las alianzas entre las feroces tribus coceistas y no se tienen los recursos para entregar regalos o dinero en efectivo a los votantes, el triunfo no es seguro. Cuando no se logran esos amarres y los grupos de “izquierda” no reciben su parte alícuota de regidurías y posiciones, el PRI gana la presidencia. Ya sucedió en 2002 y 2013, con los priistas Héctor Matus y Daniel Gurrión.
Ninguna propuesta decente, posiblemente hasta de utópica honestidad tiene relevancia en este municipio. Un ejemplo de esto se dio con Gubixha Guerrero, quien fue candidato independiente en la pasada contienda y no mereció la atención de los electores, no logró ni una regiduría. Antes bien, fue motivo de escarnio por su intento, sin aliados ni recursos. No obstante, la carga mesiánica de este precandidato que causaba algún escozor, dejó claro que no hay otra manera de ganar elecciones en esa municipalidad.