COPALA: herida que desangra a los triquis

Eran los primeros días de abril de 2006, en medio del proceso para elegir al presidente de la república. El Instituto Federal Electoral, en su sede distrital de Tlaxiaco, enfrentaba serios problemas para realizar las actividades de organización y capacitación de quienes fungirían como funcionarios de casilla en la zona triqui. La falta de seguridad y el clima de violencia impedían el trabajo de su personal de campo. Y las autoridades estatales y federales, como desde hace décadas, no brindaban las garantías requeridas. Se tuvo entonces que apelar a los poderes fácticos.