La historia se repite una vez como tragedia y otra como comedia, decía el viejo Marx. De nuevo estamos como hace seis años con virtual presidente y con denuncias de fraude electoral. Ambas situaciones dentro del marco de la ley, tanto los resultados electorales como las inconformidades son legales. Todo está dentro del estado de derecho aunque no deje de crispar a la sociedad, y de que la confrontación persista, lo cual es muy peligroso y preocupante.
Aun con la posibilidad muy probable de irregularidades en el proceso electoral, ello ha dirimirse dentro del marco de la legislación electoral que se hizo con el concurso de los legisladores de todos los partidos políticos en el Congreso federal. Aunque la participación del PRD en la conformación del IFE fue inhibida por los otros dos partidos grandes que se despacharon con la designación de los consejeros.
Por lo pronto en Oaxaca se repitió la historia de 2006 con casi el carro completo para el PRD. Para quien no está familiarizado con la política aldeana y tribal de nuestro medio podrían ser extraños estos resultados. Un partido dividido hasta en las mismas familias patrimonialista (hay que ver a los hermanitos Jara, Salomón y Amador agarrados del chongo) que se alza con un triunfo arrollador sólo puede explicarse por un elemento ajeno, de fuera y que tiene sus méritos en el personaje político más posicionado en Oaxaca: López Obrador. En lo que quizá sea el último jalón del tabasqueño a la medianía perredista local.
El voto poco diferenciado que se hace por López Obrador aquí desde el 2006 beneficia de manera indiscriminada hasta a los políticos de menor cuantía como sucedió con la candidata por el distrito de Juchitán, Rosalinda Domínguez, quien a pesar de su manifiesta incapacidad como diputada local en el LXI Legislatura estatal, donde apenas se nota su presencia, fue postulada por el PRD como candidata a diputada federal en el reciente proceso por el VII distrito electoral. Ahí a pesar de prácticamente no realizar campaña política cerca estuvo de obtener la diputación en ese distrito frente al candidato priista PRI, Samuel Gurrión Matías quien ganó la única Diputación Federal para el PRI en Oaxaca con apenas 2 mil 649 votos.
Rosalinda, según los perredista, contó además con otro factor en contra que fue la animadversión de sus correligionarios que llamaron a diferenciar su voto para hacerla perder. Algunos porque veían en ella a la política insensible que ni siquiera recibe a sus compañeros de partido de la zona húmeda del Istmo de Tehuantepec de donde proviene; otros por la imposición que hiciera con ella como candidata René Bejarano, “el señor de la ligas”, lo que explicaría que alguien sin trayectoria ni presencia política ocupe posiciones relevantes.
Desde que inició el tema de las diversidades y empoderamiento femenino cuestionar dichos temas se ha vuelto políticamente incorrecto, pero eso para los políticos, por nuestra parte este caso ejemplifica bien la escasa calidad de la oposición y sus abanderados. Pues hay otro punto adicional que “copetea” este caso. Fuerte es la versión de que el candidato juchiteco, Samuel Gurrión habría entregado 2 millones de pesos a la ex candidata del PRD para que ella no hiciera campaña, lo cual las evidencias señalan que realizó a cabalidad, no se le vio realmente en campaña. Y aún así por poquito y gana.
Seguramente, como sucedió tras el 2006 cuando el PRD arrasó con las diputaciones federales (el PRI logró dos en esa ocasión) al año que viene parecerá de nuevo inexplicable para algunos que la oposición llegara a perder lo que hoy ha ganado. La mayor parte de los triunfos de hace seis años y de este año se pueden explicar por el famoso “efecto Peje”.
Resulta también ingenuo esgrimir que el casi carro completo del PRD en Oaxaca fue producto de la aceptación del electorado a la administración del mal llamado gobierno del “cambio”. La reprobación de importantes segmentos de todos los sectores sociales a dicho gobierno es evidente. Además el PRD no es el partido del gobernador actual sino Movimiento Ciudadano (antes Convergencia) y dicho partido nada obtuvo acá. En 2007 aún gobernaba el PRI con el ex tirano Ulises Ruiz y éste se alzó con el triunfo librados ya del “efecto Peje”.
Gracias a esos resultados adquirió fama de gran operador político Jorge Franco Vargas. Pero con el terreno sin Peje ya le fue menos difícil ganar la mayoría de las presidencias municipales en ese 2007. Es desproporcionado pensar que alguien que desató el terrible conflicto de 2006 pudiera ser un genio de la política. Los resultados del candidato a senador del PAN con quien este personaje aún priista trabajó en las recientes elecciones corroboran lo anterior. Ayudó al PAN, pero a perder.
De cualquier manera el servicio de Andrés Manuel en los equilibrios de la política nacional siguen siendo fundamentales. El PRI ganó la presidencia de la república pero no con carro completo, y ese gobierno dividido que habrá, con un legislativo sin mayoría priista, puede ser un adecuado contrapeso para limitar tendencias a los excesos que propicia nuestro constitucional sistema presidencialista de gobierno.
Y la crítica a la oposición de izquierda es quizá importante porque en sus manos está, precisamente, tomar ese papel crucial de contrapeso del poder priista, como sucedió con aquellos hombres y mujeres de verdadera de oposición como Demetrio Vallejo, Agustín Campa, Diego Rivera, Rosario Ibarra, Heberto Castillo. Sin dejar de mencionar a los de la honesta derecha como Gómez Morín, Salvador Nava, Manuel Clouthier, “Maquío”, entre otros, quienes por cierto fueron precursores de las reformas políticas que abrieron los caminos a este México con mayor democracia que tenemos… por más que parezca que retornamos al pasado. Algo hay de eso, pero no exactamente, tenemos otra sociedad, algunas otras instituciones y actores políticos que cuentan. Ya se verá.
Notas al margen: Hoy son las elecciones del nuevo Comisariado de Bienes Comunales de Santa María Xadani. Tiene relevancia porque ahí se juega el destino de playas de Copalita, agencia municipal de la primera sobre la que se cierne la voracidad de cuasi invasores como Agustín Pumarejo, el seudopromotor de Huatulco con su Música por la Tierra. Desde el sexenio pasado las maniobras para despojar a los comuneros de centenas de hectáreas para realiza ahí un proyecto inmobiliario son intensas. Hoy Pumarejo y socios empujan a una planilla para adueñarse de Bienes Comunales y por ende de terrenos riquísimos en esta comunidad aledaña a Bahías de Huatulco. Ahí pugnan por construir el proyecto “El secreto del Puerto” en la Playa “La mañosa” de Copalita. Los comuneros, empero, ofrecen un amplio frente de defensa. La apuesta es que a los invasores no les el dinero para corromper a la mayoría de comuneros.
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