Un eslogan de un personaje o candidato refleja mucho, es el grito de combate, el ofrecimiento u oferta en síntesis de cómo se va a gobernar. Últimamente hemos visto que las alianzas de partidos de seudo izquierda y seudo derecha ofrecen lo mismo, que sólo llenan este requisito pues saben que nada van a cumplir, que sólo van por el poder.
Por eso se les hizo fácil abdicar de la oferta de la Alianza para el cambio, y ahora tienen como eslogan Unidos por el desarrollo, así de manera casi explícita anuncian que aquello del cambio ya no va, que es cosa del pasado, que en vez de ese cambio ofrecido en 2010 ahora nos darán desarrollo, o sea algo menor. Pero ¿Desarrollo de quién? De nuevo eslogan vacuo, palabras sin contenido, muletillas para salir al paso.
Entretanto, en la tienda de enfrente, en el PRI, aún no se anuncia nada claro, aún no ofrecen algo, como que esperan que sus adversarios se despedacen para iniciar su contienda. Pues este partido con candidato ya electo y bastante disminuidas sus disputas internas por esa designación, lleva ventaja ante una Alianza de partidos que aún está lejos de lograr lo mismo.
Son once los precandidatos panistas al municipio de Oaxaca de Juárez que en estos días sufrirán la encuesta para ungir al elegido, pues en la “democrática” repartición de candidaturas le toca al PAN el municipio de Oaxaca. Entre estos precandidatos figuran connotados no panistas, ni siquiera podemos decir neopanistas, pues de pronto se pusieron a figuran entre los aspirantes de ese partido, incluidos evidentemente desde la cúpula del actual gobierno aliancista, de otra manera ¿cómo estarían ahí?
Cierto es que figuran panista con membrecía antigua que sin embargo casi nadie conoce, como Clarivel Constanza Rivera, actual diputada local cuyo paso gris por esta legislatura hace inexplicable su pretensión por la presidencia municipal, pues sólo ha subido a tribuna para darse golpes de pecho por los niños pobres de Oaxaca casi entre sollozos. Pero también hay otros que bien podrían dar una pelea decente, lo que hace innecesario postular a alguien de la llamada “sociedad civil”, pues entre éstos tampoco hay grandes personajes ni evidentes figuras triunfadoras.
Por ello llama poderosamente la atención lo que sucedió esta semana, cuando panistas tomaron la sede estatal de su partido para rechazar lo que ellos dijeron intenciones de su dirigencia estatal de imponer como candidato a la presidencia municipal de Oaxaca al ex priista, ex convergente y fracasado funcionario de este gobierno del “cambio” al frente fugazmente del IEEPO Bernardo Vásquez Colmenares.
Si como evidenciaron los audio escándalos, sobre todo las charlas entre Jorge Castillo y el dirigente panista Juan Iván Mendoza y el diputado perredista Hugo Jarquín, se trata de asegurar la derrota de la Alianza en Oaxaca pues hay suficiente personal en el PAN para ello, la mencionada Clarivel Constanza o Eduardo Vivanco podrían ofrecer ese servicio, para qué hacer esto con un ciudadano muy ajeno al PAN como Bernardo Vásquez, que además concita el abierto rechazo de los afiliados de ese partido político así en vías de extinción.
Con la toma de las oficinas del PAN en Oaxaca ya fue exhibida esta semana la intención de imponer evidentemente desde el poder ejecutivo del gobierno del estado a quien al ser sacrificado con su expulsión del IEEPO por la Sección 22, Bernardo Vásquez, se le debe una factura y quizá el cálculo sea que la membrecía panista pueda aguantar para pagarle con sus siglas. Es probable que dicho ex funcionario piense que puede ganar, a pesar de que medio mundo fue testigo de su defenestración del IEEPO por la camarilla terrible de la 22.
Empero, es admirable que débil después de un mal encargo al frente del IEEPO el vástago menos apto de esa familia de poder político de antaño, Vásquez Colmenares, casi recupera el lema de Don Porfirio Díaz, a lo que nadie se atrevería, “Orden y Progreso” para ofrecer en su precampaña “Orden para Progresar”. Sin embargo, ese lema y una fotografía con rostro adusto con que se promociona profusamente en la ciudad no corresponden con el político de poca monta con quien se quiere agraviar a los panistas genuinos que hasta advierten abandonarían ese partido si es ungido Bernardo Vásquez u otro político ajeno a su partido.
Es probable que hoy que priva la ingobernabilidad y la ausencia del Estado de derecho, se añore más que nunca la mano firme de un Don Porfirio que pusiera orden en este Oaxaca casi devastado, pero un personaje con esos atributos, no los dictatoriales, no se ve por estos lares. Sólo parodias como las relatadas.
Esta jugada política actual nos recuerda que hace seis años Ulises Ruiz lanzó por el PRI a la presidencia de Juchitán a Lupita López Lena en pago de facturas de apoyo a la candidatura gubernamental del famoso tirano; candidata débil y profundamente impopular aseguraba así el ya arreglado triunfo de Mariano Santana por el PT-COCEI, quien con el PT fue aliado del PRI para llevar a URO a la gubernatura. Carambola de dos bandas: se le cumplió a Lupita y a Santana. A la primera el ex tirano seguramente le dijo al final: ni modo, perdimos Lupita. Quizá lo mismo pudieran decirle próximamente a Bernardo. Al tiempo.