Cuauhtémoc Blas
Fue el 29 de noviembre de 2017 cuando empezó a hacerse realidad la permanente demanda de tener un espacio simbólico de la libertad de expresión. Ese día el Cabildo del municipio de Oaxaca aprobó por unanimidad la propuesta formal e insistente de la Asociación de Periodistas de Oaxaca, A.C. (APO).
Solicitamos incluir de manera central el busto de Ricardo Flores Magón, oaxaqueño, hombre de Eloxochitlán de la región de la Cañada, cuya hazaña por la libertad de México en general, y en ese esfuerzo, también por la libertad de expresión, ha trascendido hasta nuestros días.
Anarquista en el extremo de las ideologías, entregado a esa propuesta política y filosófica de la más extrema libertad del hombre, utopía necesaria para alimentar el espíritu humano tan dado a acomodarse en medianías.
A cuatro años del centenario de su muerte Ricardo Flores Magón continúa pagando con creces su absoluta congruencia política e ideológica. Si hace casi un siglo prefirió de manera voluntaria morir en las mazmorras del imperio yanqui, hoy, algunos ciudadanos aún manifiestan su incomprensión y falta de tolerancia hacia Ricardo, el líder y mártir.
No sugerimos que lo acojan en su manera de pensar, para nada, cada quién es libre, pero sí debiéramos respetar a un mexicano, que literalmente ofrendó su vida por la libertad, y ese estado de libertad la necesitamos todos, aun los intolerantes, aun los religiosos recalcitrantes y dogmáticos, que Benito Juárez ya puso en el lugar correcto de la historia y cuyos príncipes no debieran seguir alimentando rivalidades superadas. Ricardo Flores Magón a tantos años sigue vigente, agita, incomoda.
Debemos agradecer la sensibilidad del cabildo encabezado por José Antonio Hernández Fraguas para abrir este pequeño espacio, eso pedimos, una plazuela nada más.
Nunca como en estos días experimentamos el alto valor de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, la Facultad de Bellas Artes, con la disposición de su directora Lily Urbieta y el rector Eduardo Bautista, para hacer y donar el busto del personaje para esta Plazuela. Buscada, gestionaba por periodistas, pero plazuela pública que pertenece a toda la ciudadanía.
Los miembros de la APO También tuvimos un ilustrativo debate con universitarios en Radio Universidad, otra institución con una función trascendente que está tratando de remontar su pasado inmovilista. Hemos experimentado la importancia de la Universidad Pública estatal, sin ella quizá no tendríamos el busto y bien hecho de Ricardo Flores Magón. Por eso es preciso exigir que los gobiernos federal y estatal provean a la UABJO de lo necesario. Es hasta agraviante que la UABJO tenga la inversión más baja de las universidades del país, con un promedio de 40 mil pesos al año por alumno, mientras otras superan los 150 mil pesos.
Finalmente, señores vecinos, conciudadanos, lejos, muy lejos, estamos los periodistas de sentirnos dueños de algún espacio público, el espacio de esta plazuela sigue siendo el mismo, el de ustedes y de cualquier ciudadano de cualquier colonia que quiera sentarse un rato en estas bancas, porque la ciudad es de todos.
Vecinos, solicitamos su comprensión, su amistad, juntos, como habitantes de estos lares, cuidemos estos espacios públicos; aunque no comulguemos con algún héroe, seamos tolerantes. Así es como avanzan los pueblos.
A los miembros de la APO, fundadores, socios, amigos, queda también este trabajo como testimonio del esfuerzo de 40 años de la fundación de esta organización de comunicadores. Es vasta toda esta historia que apenas empezamos a escribir.
*Palabras en la inauguración de la Plazuela de la Libertad de Expresión en Oaxaca de Juárez. @blaslc