Cuauhtémoc Blas
Estas elecciones que son las más grandes y concurrentes de México, también son las más sangrientas, hasta el 25 de junio en la última fase del proceso iban 48 muertos, incluyendo al candidato a diputado local de Oaxaca por Morena, Emigdio López Avendaño.
Un día después se dio otro caso, éste contra el cacique de Pochutla Raymundo Carmona, quien, a pesar de haber sido atacado a corta distancia, la libró. No obstante, no se sabe, ni informan, si está herido y que daños tiene. La competencia en Pochutla, ahora sí es fuerte, diferente a otras reelecciones de Carmona Laredo (esta sería la tercera).
El Indicador de la Violencia Política en México 2018, de la empresa Etellekt, también ofrece otra estadística, más alarmante: 130 muertes de candidatos y precandidatos desde que inició el actual proceso electoral, desde el año pasado.
La violencia no ha sido sólo física, la verbal ha predominado, hasta comunicadores que olvidaron su papel ante la opinión pública, se pusieron la camiseta de un partido y se dedicaron a denostar. El caso de Ricardo Alemán fue el más sonado, por ser acusado de hacer apología del delito.
Tranzas de los partidos, caso San Jacinto
Menudearon acciones que violentaron los derechos de miembros de los partidos, que excluían a sus militantes y aceptaban a externos. Un dirigente partidista declaraba ruidoso en Oaxaca que su dirigencia nacional negoció candidaturas, entre tanto él hacia acá lo mismo, Raymundo Carmona. Lo que aún tiene entrampada candidaturas en manos de los tribunales electorales a horas de la elección.
La división interna del PRD propició el registro sin control de candidatos por un mismo municipio. Aunque en San Jacinto Amilpas se ha probado la ilegalidad de uno de los registrados, quien incluso es regidor del municipio de San Antonio de la Cal, es la hora que los tribunales no resuelven dejando aún sin candidato de ese partido en el municipio.
En Lo de Soto y San Juan Colorado, fueron dados de baja dos candidatos del PRI por violencia política contra mujeres, por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. El partido tendrá que nombrar a otros candidatos al cuarto para las doce.
Así, a diferencia de lo que pregonan desde sus torres de marfil consagrados intelectuales, México no vive ni estaría a punto de perder su normalidad democrática, es precisamente lo que no tenemos. Sobre todo, en el sur-sureste del país, dónde Guerrero y Oaxaca encabezan la lista de entidades con mayor violencia política.
Ojalá que la amenaza de fraude electoral que en eso, y no desate una mayor espiral violenta, ya ha sido demasiado.
Héctor y su títere Gloria Sánchez
Por otro lado, es patético ver a la candidata a diputada por Juchitán, Gloria Sánchez López, hilvanar discursos reivindicatorios, y decir Juntos Haremos Historia. Quizá ni la recomendación de López Obrador de hacer el voto parejo la salve del repudio ciudadano. Cuando el sismo de septiembre la señora se escondió y dejó en manos de Oscar Cruz, secretario municipal, la emergencia. Es decir, dejó todo a la deriva.
¿También estaría su hermano, el veterano cacique juchiteco Héctor Sánchez, firmando los acuerdos en el congreso como en la presidencia municipal? Desde hace dos años la debilidad de los nuevos, o mejor dicho de los jóvenes políticos juchitecos revivieron a Héctor. Lo dejaron imponer a su hermana. Qué manera de revivir políticos que estaban bien en su sarcófago.
No pudo imponer a su incondicional Oscar Cruz, oriundo de Reforma de Pineda, como candidato a presidente municipal de Morena, quedó Emilio Montero Pérez, pero si impuso al reformeño como candidato a regidor. Ahora con éste, quizá desde el cargo de síndico, con sus habilidades y el “respeto” o miedo que le tienen los jóvenes políticos, Héctor seguiría en el poder juchiteco.
Tundieron a Samy Gurrión
Con la tunda que le dio Raúl Castellanos al juchiteco Samuel Gurrión en ese dizque debate de los candidatos a la presidencia de Oaxaca, estaría más que justificada su inclusión como candidato a edil. Máxime que al menos lo veremos como regidor.
Toda la frivolidad de Gurrión fue exhibida merced al colmillo político del viejo lobo de mar, los juchitecos han tomado casi como una traición esa expresión de Samy: “hace 34 años vivo en la ciudad de Oaxaca, invierto aquí, no tengo por qué invertir en Juchitán”.
Esesarte, acentúa el “Efecto Peje”
Y para concluir elevamos desde aquí un reconocimiento a la valentía de Manuel de Esesarte Pesqueira, quien teniendo cantada su derrota frente al arrasador “efecto peje”, aceptó la candidatura del PRI a la presidencia de Oaxaca. Otros hasta se persignaron.
Difundir que el gran defraudador de Luis Ugartechea Begne lo apoya con entusiasmo, es un canto a la amistad entre vallistócratas, pero una severa pérdida de votos. Con razón dicen que ya todo estaba negociado y que lo mandaron a perder la presidencia… algo ganará.
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