Los delegados de gobierno, junto con los administradores municipales, se constituyeron en una casta política especial durante los años de gobierno estatal priista. Los delegados con la descentralización de la administración pública federal y de grandes sumas de recursos, sobre todo con Carlos Salinas de Gortari y Heladio Ramírez, como gobernador de Oaxaca, manejaron recursos de programas de desarrollo que nunca se vieron realmente con resultados productivos.
Grupos especializados (¿en qué?) iban de una delegación regional o especial a otra; y los administradores, de un municipio en conflicto a otro. Sobre todo cuando Anuar Mafud como secretario general de gobierno desde la segunda mitad del sexenio de Diódoro Carrasco, y todo el de José Murat formó una legión de esos funcionarios.
Pocas veces quienes fungían en esas funciones se apegaban a sus atribuciones formales. Por ejemplo, la mayoría de administradores municipales no se preocupaban en preparar las condiciones de gobernabilidad y pacificación para que en tres meses se realizaran de nuevo elecciones. Por el contrario, promovían los conflictos para proseguir en el cargo y no quedarse sin trabajo y sin el rico filón del presupuesto municipal, del cual hacían un manejo discrecional.
Un caso notorio que ilustra lo anterior se dio en los dos trienios pasados en Candelaria Loxicha, donde Carlos Rasgado, un mediano burócrata, fue enviado a esa población en conflictos poselectorales. Se quedó hasta el siguiente trienio, promoviendo abiertamente los conflictos para hacerse necesario en el cargo, y con la complicidad de funcionarios del gobierno y del Instituto Estatal Electoral, de este último el ahora ya famoso por su actual arbitrario, Jorge Cruz Alcántara, director de Usos y Costumbres de dicho Instituto. La corrupción fue escandalosa, y salió Rasgado del cargo (dejando a su delfín) acusado de no comprobar más de 50 millones. Hoy está en la lista de la Contraloría del estado, junto con el ex presidente de San Agustín Loxicha, y otros.
En torno a los delegados de gobierno y, por supuesto, de su Coordinador de delegaciones, además de los testimonios recientes, dimos a finales del sexenio anterior otras pruebas: “Hay testimonios al respecto. En el mes de junio de 2010, Guadalupe Anguiano Núñez, conductora de los programas informativos “Zona de interés” y “Realidades” en la XEKZ de Tehuantepec, fue amenazada por el entonces Delegado de Gobierno, José Antonio Amado Osorio, al dar voz a autoridades municipales que lo denunciaban por extorsión. Juan Cruz Nieto, administrador municipal de San Pedro Huamelula, sostuvo que Amado Osorio le exigía que pagara sus cuentas de hoteles y restaurantes, así como el depósito periódico de 30 mil pesos a una supuesta cuenta del Gobierno del estado. El administrador municipal declaró que investigó esa cuenta en el banco y resultó estar a nombre de la esposa de Alejandro Avilés, Coordinador General de Delegaciones de Gobierno”. (http://revistaenmarcha.com.mx/miscelanea/libros/611-municipios-de-oaxaca-insulas-para-el-cliente-o-el-amigo.html).
Con la desaparición de la figura de los delegados de gobierno se gana al eliminar a un factor más, en muchos casos, de corrupción y operación política a favor del partido en el gobierno, como se daba. Esta puede ser una de las buenas acciones de las reformas legales en la administración pública del actual gobierno de Gabino Cué. Pero también se pierde pues no se previó como sustituir la necesidad de las regiones de atención política. Los conflictos políticos en las regiones, sobre todo los poselectorales de estos días no tienen a un interlocutor del gobierno cercano a esos pueblos. Sobre todo los de usos y costumbres que con toda su “ancestral sabiduría” puros problemas tienen.
Pero hay algo también grave y para lo cual contribuye la actual LXI legislatura. Hace tres sesiones el principal proponente de todo, el diputado Luis de Guadalupe, propuso que como los encargados de los Módulos de Desarrollo Sustentable (figura que sustituyó a las delegaciones de gobierno pero sin las atribuciones de poder políticos de aquellas) carecen de capacidad para la negociación y soluciones políticas en los municipios, la Secretaría general de gobierno habilite a funcionarios que dependan de ella en dichas regiones y sean quienes dotados de las atribuciones jurídicas necesarias se hagan cargo de dichos conflictos.
Se trata de una abierta propuesta de duplicidad del aparato administrativo, con los gastos de erario que ello supone. Acaso el legislativo no pudo prever esa disfunción en la propuesta del novel gobierno cuando la analizaron (si es que lo hicieron) antes de su aprobación. O están, como siempre, cual oficialía de partes, aprobando todo lo que el ejecutivo les manda. Ahora hacen según ellos propuestas salomónicas, pero a costa del erario que por mal diseño de la administración pública se dilapidaría.
Hay, sin duda, otras opciones. Pero es urgente, pues qué caso tiene que se integre un excelente Plan de Desarrollo y programas productivos exitosos si los productores no pueden sacar su producción al mercado por el continuo bloqueo de carreteras. Los que sucede hoy en el Istmo, donde productores de mango (es la temporada) de la zona oriente de esa región (Chahuites, Tapanatepec) pierden al cerrarles el paso por problemas poselectorales en Los Chimalapas o en Santiago Astata.
Problemas que no se ve para cuando acabarán pues los pésimos operadores políticos actuales (donde, por cierto, están varios del pasado priista), llegan tarde, tienen favoritos e innovan con el extraño método de negociar no con las dos partes en la mesa sino con una por una. Así logran acuerdos para que la parte que en ese momento cierra la carretera acceda a abrirla, pero esos acuerdos que no satisfacen a la otra parte hacen que ésta más adelante realice nuevo bloqueo. Así pasó en Santiago Astata donde el 19 de enero la parte inconforme con los resultados electorales bloqueó la carretera del Istmo a Huatulco; negociaron y abrieron. Pero la parte que ganó las elecciones municipales (abusos y costumbres) al no ser considerada en aquel acuerdo bloqueó este 25 de febrero. Negociaron con ésta y abrió la carretera, pero tampoco se incluyó a la otra parte en la mesa, por lo cual ésta intentó secuestrar al ex candidato de la planilla contraria, Isaí Hernández, después de golpear a sus seguidores este 1 de marzo por la noche. Y se espera otro bloqueo de un momento a otro.
El claro que la solución tampoco es rehabilitar a los operadores del pasado, pues se ha visto que es contraproducente. La presencia de uno de ellos en Yaveo fue lo que molestó más a los inconformes y movió a que los secuestraran, según varias versiones. Aún a nivel de expectativas y por las esperanzas de cambio, el contexto político actual es otro. Las viejas soluciones ya no satisfacen, pero tampoco hay nuevas para un tiempo diferente. ¿Quién, cuándo, cómo habría de realizarse ese trabajo previo a muchos otros? Sin paz y seguridad no hay inversión, productividad ni desarrollo posible.