Algunos ciudadanos discuten hasta en las redes sociales (facebook) la necesidad de legislar en torno a los salarios o dietas de los regidores de los cabildos municipales del estado de Oaxaca. Ello ante el escandaloso aumento que algunos cabildos pretenden (como Santa Lucía del Camino) o han realizado (como Santa María Huatulco) en sus percepciones. Ambos ayuntamientos salidos de la Coalición de partidos que también ganó la gubernatura.
Aunque esto no es privativo de los triunfadores coaligados, en Pinotepa Nacional, donde un autoritario ex militar del estado mayor presidencial es presidente municipal priista, capitán Carlos Sarabia Camacho, el aumento en las percepciones de los regidores es también escandaloso. La difusión de la nómina municipal, donde se detalla de manera minuciosa los montos de las percepciones y gastos de los miembros del cabildo, ha escandalizado y hasta avergonzado a gente de Pinotepa. Veamos.
Carlos Sarabia Camacho, ex miembro del estado mayor presidencial y presidente actual de Pinotepa, recibe 60 mil pesos de salario mensual, pero sumando otros conceptos que se gastan (no que se invierten) en él como “Costo de seguridad personal mensual” (170 mil pesos); “Costo de combustible mensual asignado” (74 mil 440); “viáticos mensuales” (25 mil pesos); “costo de servicio celular” (15 mil). Todos estos gastos dan un total mensual de 344 mil 440 pesos, sólo en el presidente municipal. Es decir, del salario inicial del primer concejal de 60 mil pesos, éste se eleva finalmente a más de 344 mil pesos.
Diariamente el flamante presidente le cuesta al pueblo de Pinotepa 11 mil 480 pesos. Aun cuando realizara un buen trabajo, este monto es muy alto y no se justificaría, menos cuando se le paga por fastidiar a la población, hacerla presa de su prepotencia y absurdos, como es el aumento exagerado a los impuestos municipales, la disminución del salario de la modesta burocracia municipal, sus disposiciones que menguan el patrimonio municipal, como dar de baja la ambulancia municipal para adscribirla a su “Fundación Sarabia” (sic).
Sin embargo, el gasto en la autoridad municipal de Pinotepa es más oneroso. Cada uno de los otros 15 regidores recibe de salario mensual 30 mil pesos, excepto los dos síndicos y el regidor de hacienda quienes reciben 45 mil quien sabe a cuenta de qué. Igualmente tienen partidas en viáticos, gasolina, etcétera, excepto en seguridad que es exclusivo del patrón-presidente. En total lo que Pinotepa pierde al mes en este cabildo es de un millón 62 mil pesos. Al año sería casi 15 millones de pesos. (ver STYLE--> http://www.facebook.com/photo.php?fbid=1609950457697&set=a.1196052750513.2027880.1504295266&theater#!/photo.php?fbid=157378824325045&set=a.108969505832644.13086.100001587858831&type=1&theater).
En Santa Lucía del Camino, Valles Centrales, el propio presidente municipal, el controvertido Pedro Cabañas, declaró que sus regidores lo cuestionan porque pretenden la percepción mensual de 135 mil pesos. No mencionó, claro está, que él pretende que los privilegios con el erario sean sólo para él y su familia. De lo anterior, reviran los regidores acusándolo así como del desvió temprano de 8 millones de pesos. Aquí habrá que concluir quién es el que peca más.
En Santa María Huatulco sucede algo más parecido a Pinotepa, donde el inefable combatiente de la féminas, Lorenzo Lavariega Arista, está siendo cuestionado muy pronto por sus gobernados. De hecho fue claro que las percepciones del cabildo subió estratosféricamente en los primeros días del “gobierno municipal del cambio”, a 40 mil pesos mensuales más un bono de 20 mil. Sin embargo, el ciudadano Olegario Giral López, titular de un conocido despacho contable ubicado en Santa Cruz Huatulco, sostiene que los regidores huatulqueños reciben 90 mil mensuales y 150 mil el presidente municipal.
El contador Giral solicitó formal y legalmente la información de estos gastos al ayuntamiento sin que hasta el momento reciba la información requerida. También ha recurrido al Instituto Estatal de Acceso a la Información Pública de Oaxaca (IEAIP) para que en ejercicio de sus derechos ciudadanos en cuestionado ayuntamiento de Huatulco cumpla con su obligación en materia de transparencia, lo que por cierto fue también ofrecimiento de campaña de “Lencho” Lavariega.
El militar Sarabia y Lavariega, sin embargo, han recibido notorias deferencias del jefe del ejecutivo estatal. Al priista lo subió a la tribuna en uno de sus más importantes actos como gobierno del cambio para mostrar la pluralidad del nuevo gobierno estatal. Al segundo, a “Lencho”, lo distingue con sus visitas frecuentes a Huatulco, lo que éste traduce en pleno gesto amistoso, por lo que presume ante cualquier varón que quiera oírlo: “mi amigo el gobernador me hará diputado el próximo año”. De ahí que la relación entre niveles de gobierno, sugeríamos en un libro sobre la transición publicado en diciembre pasado (Carteles Editores), debe ser estrictamente institucional.
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