La historia del Partido de la Revolución Democrática en Oaxaca (PRD) es nada enaltecedora, al contrario. Hay desde delincuentes cobijados en esas siglas (como las hay en todos los partidos) hasta cargamaletas y juniors cuyas historias no dejan de revelar la degradación con que nació en Oaxaca ese partido.
Después de la derrota de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano a la Presidencia de la República en 1998 con el Frente Democrático Nacional (liderado por ex priistas recién salidos de ese partido: el mismo Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo, Ifigenia Martínez, entre otros), los partidos coaligados en ese frente formaron lo que aún es hoy el PRD, con las figuras emblemáticas de la auténtica histórica izquierda mexicana de Heberto Castillo y Gilberto Rincón Gallardo.
Desde su fundación el PRD mostró serias inconsistencias, lo que era muy claro en nuestras regiones. Sostenido en quienes disintieron en 1998 con la candidatura de Carlos Salinas de Gortari dentro de su entonces partido con la Corriente Democrática del PRI, el PRD se apoyo en cuanto movimiento político, social, campesino, etcétera encontró a su paso. Algunos de ellos francamente cooptados por los gobiernos estatales.
La fuerza mayoritaria de supuesta izquierda en Oaxaca era la Coalición Obrero, Campesina y Estudiantil del Istmo (COCEI) cuyo cacique fundador fue el ingeniero Héctor Sánchez López. Este fue entonces el primer dirigente del PRD acá, merced a esa fuerza y a estar en buenos términos, por decir lo menos, con el entonces gobernador Heladio Ramírez. Sánchez fue auténtico mandamás que ponía hasta a sus queridas de diputadas y a sus cargamaletas en importantes cargos.
Una inconsistencia del tamaño de Catedral fue precisamente esa, que Cuauhtémoc Cárdenas, entonces Tlatoani nacional de ese partido, entregara la franquicia estatal al cacique juchiteco, así como la primera Senaduría. Pues el 20 de marzo de 1990, cuando la nación entera aún se dolía de aquella descarada “caída del sistema” del Instituto Electoral, con que se consumara el gigantesco fraude que entronizó a Carlos Salinas de Gortari, Héctor Sánchez, a la sazón presidente municipal de Juchitán, recibió en la Sala de Cabildos de ese ayuntamiento a Salinas, quien hasta se dio el lujo de decir que a él lo invitaron: “Agradezco —dijo— la invitación que me fue formulada para visitar esta combativa y leal población de Juchitán…”
Jefe nato, entonces, Sánchez López dejó a su delfín oriundo de Chahuites como presidente municipal de Juchitán, Oscar Cruz López (en un alarde control pues nunca había ocupado esa posición un fuereño que no habla el zapoteco) y a Saúl Vicente Vásquez como presidente del PRD oaxaqueño.”.A su ex secretaria como diputada local y a quien le cayera bien. Así se ha manejado ese partido desde entonces. Que no se diga que “olvidaron sus orígenes combativos y revolucionarios”, nunca los tuvieron, nacieron prosperando. Estos dos, Oscar Cruz y Saúl Vicente, además de Lenin López Nelio a pesar de sus escasas capacidades ostentan hoy altos cargos en el gabinete del “cambio”.
Habría que hablar de otro hijo de ex senador, Lenin López Nelio, auténtico junior sin brillo, especializado en perder todo lo que sea bajo procesos de elección, hace cuatro años perdió la presidencia de Oaxaca de Juárez, de manera tan arrolladora que por primera vez en su historia el PRD no logró ni una sola regiduría ahí; el año pasado le tocó perder la elecciones en Juchitán, cual auténtico caballo de Trolla que dejó fuera la única posibilidad de que alguien de la COCEI ganara, o sea Héctor Sánchez. Hoy es mensualmente recompensado por Daniel Gurrión, presidente priista.
Otro miembro prominente en el gabinete actual es Salomón Jara, hombre de López Obrador y Bejarano en el gobierno de Oaxaca. Desde la Secretaría de Desarrollo Forestal y Pesca lo único que hace es campaña a favor de Obrador. Para los auténticos agricultores de Oaxaca, lo han manifestado, colocar a Salomón al frente de esa importante Secretaría, por su trayectoria de político intrascendente y tribal, así como su ignorancia total en asuntos productivos, fue un agravio, un insulto.
Otro miembro de la familia Jara, Amador, hermano de Salomón y por ello de índole similar (tienen un escandaloso y denigrante pleito personal), es actual presidente del PRD estatal, acusado por presidentes municipales de extracción perredistas de exigirles de 100 y 200 mil pesos mensuales en adelante, cual auténtico Al Capone vendedor de seguridad de la política de “izquierda” oaxaqueña. Pedro Cabañas, presidente de Santa Lucía del Camino, lo ha gritado en todos los foros: su problema municipal empezó cuando le negó más dinero a Jara.
Por cierto varios de estos adalides de izquierda, entre ellos Lenin y Amador Jara, estuvieron evidentemente a las órdenes primero del represor del sexenio pasado Jorge Franco Vargas y después de Bulmaro Rito Salinas (¿Cuándo el juicio a ambos ex ulisistas, por cierto?) lo que constituye otro estigma del PRD y sus dirigentes cooptados.
Y no quieren soltar la ubre, por ello después de retrasar el proceso electoral para la nueva dirigencia de ese partido en Oaxaca, Amador Jara, quien seguramente planea proseguir con el negocio, ha declarado: “El cambio de dirigencia estatal se realizará a través de su Consejo Estatal y no mediante un proceso interno de votación abierta entre los militantes.”
A lo anterior se oponen otros perredistas que sí plantean elecciones y cambio de dirigencia, y expresan: “La dirigencia estatal del PRD no responde actualmente a las aspiraciones democráticas del pueblo de Oaxaca, porque su práctica está marcada por la corrupción y la conquista de cuotas de poder… el objetivo es rescatar al partido de la crisis de Oaxaca, ya que es una dirección estatal anclada al viejo régimen que se comporta como si estuviera gobernando un priismo rancio".
Entre los disidentes destacan Víctor Amado López Hernández, Aleida Serrano Toledo, Marcelino Alvarado, Iván Sosa, Hugo Jarquín, entre otros. Duro trabajo el de reencauzar al partido en beneficio de la buena política. Víctor Amado, el más perfilado a la dirigencia, ha sufrido la traición de sus dirigentes cuando lo dejaron solo en la contienda para diputado local en 2007, Lenin López Nelio y Roberto Molina no trabajaron a favor de su correligionario sino al contrario.
Un hálito de esperanza para ese partido en Oaxaca es que Jara y compinches respeten el fallo del Tribunal Federal Electoral para que la renovación de la dirigencia estatal se realice antes de este 23 de octubre, pero sin las simulaciones y trampas con que han logrado tener en sus manos a ese alicaído partido político, que convirtieron en abierto negocio.
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