Caro pagamos permitir que ciudadanos desprovistos de calidad política asciendan a los más altos cargos de representación popular, en este caso de que nos ocuparemos, al cargo de diputados locales. Hay en la actual LXI legislatura una pléyade variopinta de personalidades que oscilan, muchos, entre lo banal y lo grotesco
Tenemos ahí a una profesora, Hita Beatriz Ortiz Silva del PT, cabal represente de la canalla magisterial anárquica y abusiva de la Sección 22, que hace unos meses escandalizaba cuando una compañera suya de bancada la agravió en un acto que el presidente de los 45 mil muertos, Felipe Calderón, escenificó en Oaxaca, se golpeó el pecho henchida de dignidad y dijo cualquier cantidad de cursilerías afirmándose como redentora del pueblo que la llevó a esa alta magistratura.
Exageró, sin duda, la trabajadora de la educación. No es redentora de nada, es exactamente lo contrario la petista seguidora de Andrés Manuel López Obrador: cobra su sueldo del IEEPO, cobra como diputada y todavía roba en el programa de Oportunidades, a ciencia y paciencia de los panistas administradores de ese programa federal. Además ni se investiga ni se aclara la muerte del policía que feneció en la casa de esta señora diputada.
Hay otras y otros de similar catadura, pero de lo que queremos ocuparnos en este corto espacio de un tema fundamental, vital para los medios de comunicación y, por ende, para la democracia en pañales de nuestro lacerado estado de Oaxaca. Se trata de la propuesta que a ese respecto presentara el istmeño diputado perredista Carol Altamirano en esta semana que concluye.
Ignorancia más demagogia menos, lo que este personaje propuso fue el siguiente contrasentido: realizar estudios en cada región del estado para así decidir qué medio de comunicación tiene mayor circulación para que el gobierno del estado le pueda pagar publicidad y propaganda con recursos del erario, con dinero público, o sea, con dinero que no es del gobierno, CON DINERO QUE ES DEL PUEBLO, y que en buena lógica un buen gobierno debería administrar bien, no como propone este diputado que no conoce este tema y que evidentemente carece de asesores.
En la propuesta del Carol, de trasladarla al ámbito nacional, solo tendría recursos del pueblo Televisa, TvNotas y Alarma. Lo que propone ese seudo representante popular atenta directa y peligrosamente contra la educación política y en general de los oaxaqueños. Qué bueno que no es diputado federal pues estaría poniendo en peligro publicaciones tan necesarias para el desarrollo político y cultural del país, como Letras Libres, Nexos, Matapolítica, EstePaís, entre otras esenciales para el desarrollo de la democracia en México.
Este es un tema de capital importancia que no podemos dejar exclusivamente en manos de diputados despistados, carentes de información. Pues en buena lógica la manera en qué el dinero público destinado a difusión institucional debe ser no sólo por consideraciones de circulación, sino sobre todo por imperativos de calidad. Por supuesto lo deseable es que ambas consideraciones coincidan. Pero en un pueblo sin buena educación es inevitable que sea un pueblo con escasos lectores.
Este tema habrá de ser central en el próximo Cuarto Encuentro de Periodistas Oaxaca 2011, a celebrase este 28 y 29 de octubre en Puerto Escondido, con la presencia de Salvador García Soto (El Universal, Radio Centro y canal 40), el destacado oaxaqueño Joel Hernández Santiago (El Universal y Eje Central) y José Gil Olmos (Proceso), además de la posibilidad de periodistas como Fátima Monterroso de Punto de Partida, García Davish de Quadratín Michoacán. Por ello, compañeros de las regiones deberán acudir con sus propuestas inteligentes para poner a debate tema de tan singular trascendencia. Habrá facilidade de hospedaje y alimentación para periodistas que lleven ponencia.
Notas al margen: Benjamín Rojas, estafador. En tanto, Benjamín Rojas Bolaños, el consentido de Jorge Franco Vargas, incrustado en el gabinete del “Cambio” como director de Control y Gestión Pública, con una larga historia de malos manejos en los gobiernos priistas, se niega a pagar su adeudo de 160 mil pesos que debe a quien fuera su chofer. El afectado corrige que no fueron sus ahorros los que le birló este funcionario, sino ante la desazón de Rojas y para ayudarlo acudió a un prestamista. Como nunca recibió el dinero, el monto de los intereses rebasa los 600 mil pesos. Y Benjamín Rojas Bolaños hoy ya ni siquiera le contesta las llamadas.