Crónicas de la ínsula
UABJO, nueva encrucijada
Cuauhtémoc Blas
Una amiga comentó muy preocupada en cierta ocasión que su hija pasaba por una fuerte depresión, tenía semanas sin clases en su Escuela de Veterinaria. Y cuando no había interrupción de las actividades académicas de todas maneras las clases no eran regulares, los maestros no asistían y la semana terminaba el jueves.
La joven veía pasar el tiempo sin percibír adelantos en su formación profesional, así aunque cumpliera con los ciclos escolares e incluso obtuviera sus diplomas, no sería una profesional por completo. Tenía la joven universitaria motivos para estar más que preocupada. Los maestros además de ganar una miseria (y buscar compensarse con venta de calificaciones), son en su mayoría por asignatura, e incorporados dentro de los espacios que tienen los distintos grupos de intereses que dominan esa institución, las pequeñas mafias con sus porros y su estructura violenta.
Cada vez hay menos profesores de tiempo completo, y de profesores-investigadores ni hablar, la escasez de profesionales competitivos es grave. Las interrupciones de la academia, paros, huelgas asestan la puntilla a la decadente UABJO. Datos duros al respecto sostienen estas afirmaciones.
Un ejemplo contundente explica la difícil situación de la joven estudiante de veterinaria: en los últimos 4 años por estas interrupciones frecuentes se ha perdido 218 días de clase. Y si vemos que el ciclo escolar anual es de 212 días, entonces en términos estrictos todos los aspirantes a profesionistas perdieron un año escolar, o sea el 20 por ciento del tiempo total de su carrera si ésta es de 5 años, y lo que falta aún.
Desde hace más de 15 años estamos diciendo que la UABJO había tocado fondo y seguía hacia abajo. En todos estos años así ha sido y las recientes evaluaciones nacionales lo confirman. Desde Francisco Martínez Neri se inició la simulación de las acreditaciones en las facultades y escuelas, la de Contaduría fue de las primeras, de ahí salió Neri para rectoría desde donde intensificó esa simulación. Las evaluaciones recientes prueban este dicho y otras deficiencias como, por ejemplo, que desde Neri la UABJO también ocupe el último lugar en transparencia. No se encuentra en el portal de la UABJO esta información. La opacidad reina en esa institución, la información no se entrega cuando se solicita y por el contrario se oculta de manera deliberada. Nosotros solicitamos en la recta final del rectorado de Neri la información financiera que debió ofrecer en su último informe y nunca nos la entregaron, ni con el rector que le sucedió.
En la evaluación de agosto de 2011 el Comité Institucional para la Evaluación de la Educación (CIEES) la UABJO se encuentra ubicada entre los más bajos indicadores de competitividad en el lugar 29, sólo arriba de dos pequeñas universidades estatales, con sólo 9 programas acreditados y no registra ningún programa educativo de posgrado.
En los indicadores nacionales de Universidades Públicas Estatales la UABJO ocupa el último lugar en el Porcentaje de Profesores de Tiempo Completo con Perfil Deseable en 2007, como puede verse en el trabajo reciente de Víctor Leonel Juan que ofrece diversas gráficas donde la UABJO se encuentra invariablemente entre los últimos lugares. (ver http://www.revistaenmarcha.com.mx/reportaje/969.html)
Pero lo que ya parece absurdo es que no sólo en el ámbito nacional la UABJO es superada por todas las universidades, ya hasta en Oaxaca hay quien la supera sin tener los más de 800 millones de pesos que dilapida anualmente, ni su antigüedad ni el gran número de licenciaturas. El sistema de Universidades Regionales que sostiene en Oaxaca el gobierno del estado supera con creces a la Universidad Pública, la UABJO, con 414 profesores de tiempo completo sólo con sus campus de la Mixteca (UTM) y de la Costa (UMAR). La UABJO tiene sólo 216 y de ellos apenas el 8 por ciento están dentro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI). La superan con creces las universidades regionales: la del Papaloapam con 23 por ciento en el SIN; UTM 16% por ciento; de la Cañada 15 por ciento; UMAR 12 por ciento; Universidad de la Sierra Juárez 10 por ciento; y la de la Sierra Sur 9 por ciento (http://promep.sep.gob.mx/).
La caprichosa contratación de profesores, allegados y leales, se constata con los índices de docentes con perfil deseable que ofrece PROMEP, donde la UABJO ocupa el último lugar nacional con un 15 por ciento, y, por si fuera poco, también en el ámbito estatal donde las Universidades Regionales dejan a la UABJO hasta la quinta posición.
Larga y deprimente es esta historia. La UABJO supuesta heredera del glorioso Instituto de Ciencias y Artes del rector supremo Benito Juárez, el semillero nacional de los prohombres de la Reforma, reducida a menos cero por lo prohombres de la decadencia y la ignorancia. Que hasta diputados locales son hoy.
En este mayo que nos viene encima será la elección del nuevo rector. Una candidata por cierto ha sido responsable de esta historia de decadencia desde su posición que recién dejó en la Secretaría Académica, impidió la homologación salarial de los profesores y que la UABJO recibiera los beneficios de Programas Institucionales de Fortalecimiento Institucional (PIFI) por medio de la cual se canalizan recursos extraordinarios a las instituciones públicas de educación superior.
Viene la elección de rector y la posibilidad de un proceso tortuoso que desestabilice a la entidad. Pero este gobierno de estado cual espectador mira desde las barreras en lugar de tratar de impedir un nuevo grave conflicto. Gobierno débil que deja hacer y hacer sin sopesar las graves consecuencias que se avecinan. Alguien de este decepcionante gobierno, debiera abrevar de la experiencia de Puebla y la mano firme de Manuel Bartlet cuando fue gobernador y puso orden entre los otros anárquicos universitarios de allá. Hoy la Universidad de Puebla está entre las mejores del país. Hay qué tener afecto a su estado y algo más para una acción similar. Está claro que la autonomía universitaria no es extraterritorialidad.
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