El dirigente, Kike Llanta —quien luego traicionaría el movimiento por seis millones de dólares— había citado a los hijos de Calígula a las tres de la tarde del jueves 15 de septiembre.
Con cierto retraso, como siempre, los miles de frenadores de la educación acudieron al famoso parque, ubicado casi frente al puente que conduce a San Juan Chapultepec y San Martin Mexicapan.
Luego de que el corrupto líder vendeplazas los arengó con un encendido discurso copiado de Hitler, gritó con todas sus fuerzas:
— ¡Compañeros! ¡Tomemos el puente!
Y como alma que se lleva el Diablo, los maestros se dispersaron por todas partes…
Y regresaron el lunes bien crudos. ¡Se tomaron el puente!
Con cierto retraso, como siempre, los miles de frenadores de la educación acudieron al famoso parque, ubicado casi frente al puente que conduce a San Juan Chapultepec y San Martin Mexicapan.
Luego de que el corrupto líder vendeplazas los arengó con un encendido discurso copiado de Hitler, gritó con todas sus fuerzas:
— ¡Compañeros! ¡Tomemos el puente!
Y como alma que se lleva el Diablo, los maestros se dispersaron por todas partes…
Y regresaron el lunes bien crudos. ¡Se tomaron el puente!