Un político bastante deteriorado de salud, por tantos excesos en su azarosa, tormentosa y dispendiosa vida, llegó a ver a su médico. Éste lo recibió como siempre:
—¡Bienvenido Campeón!
— Optimista, el enfermo político o político enfermo pregunta al médico:
— Doctor, dígame ¿verdad que mi cáncer tendrá cura?
El médico le responde con similar optimismo:
— Claro campeón, ¡Tendrás cura, misa, velorio, novenario, carroza y puede ser que hasta el grupo musical Los caciques!