Melático

“Con dinero y no con señas,
señores, por ahi va el cuento”.
Efraín Villegas Zapata
De pronto se vio en la calle solo. Quienes apenas ayer fueron subordinados suyos lo veían de lejos, nomás. Lo observaron un rato y después se perdieron dentro del viejo edificio colonial. Primero les gritó y pendejeó como siempre desde que lo hicieron jefe, luego les pidió ayuda, por favor, les ofreció dinero. Nadie lo atendió, ya no era el jefe y sería muy difícil que volviera a serlo, nunca sucedía.
señores, por ahi va el cuento”.
Efraín Villegas Zapata
De pronto se vio en la calle solo. Quienes apenas ayer fueron subordinados suyos lo veían de lejos, nomás. Lo observaron un rato y después se perdieron dentro del viejo edificio colonial. Primero les gritó y pendejeó como siempre desde que lo hicieron jefe, luego les pidió ayuda, por favor, les ofreció dinero. Nadie lo atendió, ya no era el jefe y sería muy difícil que volviera a serlo, nunca sucedía.