
Con el rostro desencajado, todavía con miedo notorio, la mirada perdida, pero firme y con voz de impotencia, en una entrevista contó lo ocurrido el pasado viernes 18 de septiembre, cuando aproximadamente a las 9:00 horas, mientras se dirigía a su trabajo en céntricas calles de la Ciudad de Tlaxiaco, fue sorprendida por un sujeto quien la subió por la fuerza a un vehículo de color negro.
Relató que en su interior se encontraban dos sujetos más y tenían a una joven aparentemente inconsciente, “ella iba con un pantalón de mezclilla y un suéter azul cielo, no pude constatar si todavía respiraba, pero iba acostada, inconsciente, yo tenía mucho miedo… entre las conversaciones que escuché entre mis agresores, decían que había que ir a dejar primero a la muchacha antes de que se echara a perder, pero al final no sé que sucedería con ella, aún se desconoce su paradero”.
Así lo relató la conmocionada joven de tez morena y de extracción humilde que dijo ser hija única y que por necesidades económicas no estudia, solamente trabajaba en una tienda de ropa en el centro del municipio mixteco.
Después de que la subieron al vehículo, señaló que Urbina Calvo (un Fiscal del Ministerio Público adscrito en Tlaxiaco y que en el momento de los hechos ella desconocía su cargo) fue quien le apuntó en la cabeza con la pistola, después sus plagiarios la amarraron y la llevaron a un cerro, “estábamos como a 20 minutos del centro de Tlaxiaco, me amenazaban constantemente de muerte”, dijo.
Tras varias horas de humillantes, violentos y crueles tratos, en un descuido de sus plagiarios, la joven manifiesta que logró escapar y luego fue rescatada por elementos de la policía municipal de Tlaxiaco en un lugar desolado, después la trasladaron a la fiscalía para interponer su denuncia.
Ahí, dijo que mientras esperaba para que le tomaran su declaración, vio entrar a un individuo a quien reconoció plenamente como uno de sus agresores, instantes después se enteró que se trataba de Luis Miguel Urbina Calvo, fiscal del Ministerio Público adscrito a la fiscalía de Tlaxiaco. Los detalles de los hechos constan en el legajo de investigación número 510/TX/2009.
Por su parte, el defensor de la agraviada, Rolando González Espinosa, del Centro de Derechos Humanos Ñu’u Ji Kandi denunció la actuación parcial asumida por las autoridades adscritas a la fiscalía desde el momento en se presentó la demanda, pues la titular de la Fiscalía en Tlaxiaco, Ileana Martínez intentó encubrir y justificar señalado por la agraviada como uno de sus agresores.
Mencionó que cuando la madre de la joven, Irma Reyes se presentó a la Fiscalía de Tlaxiaco, con la finalidad de poner la denuncia por la desaparición de su hija y solicitar a la policía su colaboración para indagar el paradero de la joven, los agentes estatales de investigación se burlaron de ella, le respondieron que si quería la acompañaban a buscarla a la casa de su novio porque seguramente ahí me encontraba.
Y cuando la policía municipal trasladó a la fiscalía a la tlaxiaqueña violentada, le preguntaron al agente estatal que estaba de guardia por Urbina Calvo y les contestó que no se encontraba porque era su día franco.
Momentos después cuando los agentes estatales ya se habían enterado del caso, se acercó a la agraviada uno de ellos para asegurarle que el licenciado Luís Miguel había estado laborando todo el día en la fiscalía, que no tenía nada que ver con lo que le había sucedido y hasta la cuestionó sobre si tenía un motivo para querer afectarlo.
Ese mismo viernes, indicó que la fiscal les manifestó a los familiares que Urbina Calvo no podía ser el responsable de los hechos porque a ella le constaba que había estado trabajando durante ese día en la fiscalía.
Esto a pesar, dijo González Espinosa, de que hay testimonios de los policías municipales de que vieron al fiscal del Ministerio Público cerca del lugar donde rescatar a la joven violentada.
“Son diversos los actos hostiles a los que se ha enfrentado la afectada en este caso, la fiscalía ha buscando desalentar el caso y la denuncia, ha actuado de manera parcial y ha incurrido en el encubrimiento del funcionario, la familia se ha tenido que enfrentar a todo el aparato de la procuraduría que ha pretendido ocultar los hechos y la culpabilidad del fiscal”, manifestó el defensor del Centro de Derechos Humanos Ñu’u Ji Kandi.
Y refirió que fue el 20 de Septiembre cuando el Agente del Ministerio Público, Luís Miguel Urbina Calvo fue consignado al Juez de Garantía para determinar su situación Jurídica.
Al siguiente día se realizó la audiencia de sujeción a proceso en ampliación del término constitucional y el Juez le determinó auto de sujeción a proceso y prisión preventiva por 4 meses, pero el imputado fue trasladado al reclusorio de Huajuapan de León, porque argumentó que su integridad física corría riesgo en el reclusorio de Tlaxiaco.
Incluso, comentó que previamente a la audiencia de sujeción a proceso, la fiscal trató de convencer a la agraviada para que la audiencia no fuera pública, diciéndole que era por su bien y para no afectar su reputación, además le sugirió que sólo estuviera en la audiencia en los momentos que así se requiriera.
Mientras que en el desarrollo de la audiencia, apuntó que la fiscal asumió una actitud pasiva y negligente para asumir la defensa legal de la agraviada ante el Juez de garantía, incluso asumió de facto que Urbina Calvo es inocente cuando pidió al Juez que las documentales públicas que había ofrecido el imputado como pruebas, fueran desechadas porque si bien era cierto que habían sido elaboradas por él, las habían sustraído de la fiscalía de manera irregular.
Otro ejemplo de su actitud protectora hacia el imputado, refirió es el hecho que no haya presentado los cargos de privación ilegal de la libertad que cometió y solamente lo procesaran por el delito de abuso sexual agravado.
Además, el imputado durante la noche del día viernes y el día sábado se resguardó al interior de la fiscalía donde presumió que estuvo elaborando las documentales públicas que ofreció como pruebas.
En tanto que añadió como otro elemento para afirmar que el personal adscrito a la fiscalía protege al funcionario, es la actuación de los peritos en la audiencia con el Juez de garantía, pues al momento de ser interrogados por la defensa del imputado, no defendieron el contenido de sus peritajes y dieron marcha atrás con sus respuestas.
Destacó que también los testigos que presentó Luis Miguel Urbina para su defensa, son agentes estatales de investigación y personal adscrito a la fiscalía, situación que la considero irregular pues los convierte en juez y parte.
Por lo que la familia y defensores de Edenia Martina Gómez Reyes exigieron a la Procuraduría General de Justicia en el Estado (PGJE) destituya a la Fiscal en Tlaxiaco, Ileana Martínez por el encubrimiento hacia el fiscal del Ministerio Público en esa demarcación, Luis Miguel Urbina Calvo acusado de participar en el secuestro por nueve horas y agresiones sexuales en contra de la joven de 20 años de edad.
Y refirieron que en una reunión sostenida el primero de octubre en las oficinas centrales de la PGJ, donde fueron recibidos por el subprocurador Netolín Chávez, la agraviada acompañada de su madre Irma Reyes Aguilar y de su defensor Rolando González Espinosa, del Centro de Derechos Humanos Ñu’u Ji Kandi, también demandaron la remoción de todo el personal adscrito a la fiscalía de Tlaxiaco.
Lo anterior, por la complicidad que asumieron los funcionarios de la fiscalía dependiente de la PGJE para encubrir a Urbina Calvo, así como por la ausencia de una investigación exhaustiva para dar con el paradero de las otras dos personas que participaron en la agresión contra la tlaxiaqueña.
El defensor Rolando González Espinosa, del Centro de Derechos Humanos Ñu’u Ji Kandi, comentó que este caso se lleva con el nuevo sistema acusatorio adversarial que incluye los juicios orales que ya se pusieron en marcha en la región del Istmo y la Mixteca.
Criticó que los resultados que ha dado el nuevo sistema acusatorio adversarial, “han dejado mucho de que desear, lejos de cumplir con una demanda legítima del pueblo ante los sistemas obsoletos en la procuración e impartición de justicia, se ha quedado corto ante la circunstancias”, dijo.
Y destacó que el problema puede no radicar tanto en el tipo de sistema que privilegia la presunción de inocencia que ha dejado libres a secuestradores en la región del Istmo, sino influye más el hecho que los operadores del nuevo modelo de justicia sean los mismo marcados por la corrupción que ha prevalecido en las dependencias.
“Es decepcionante”, sentenció, porque se dejan ver las mismas prácticas corruptas como en este caso cuando se quiso encubrir a este fiscal del Ministerio Público claramente señalado e identificado por la víctima.
Relató que en su interior se encontraban dos sujetos más y tenían a una joven aparentemente inconsciente, “ella iba con un pantalón de mezclilla y un suéter azul cielo, no pude constatar si todavía respiraba, pero iba acostada, inconsciente, yo tenía mucho miedo… entre las conversaciones que escuché entre mis agresores, decían que había que ir a dejar primero a la muchacha antes de que se echara a perder, pero al final no sé que sucedería con ella, aún se desconoce su paradero”.
Así lo relató la conmocionada joven de tez morena y de extracción humilde que dijo ser hija única y que por necesidades económicas no estudia, solamente trabajaba en una tienda de ropa en el centro del municipio mixteco.
Después de que la subieron al vehículo, señaló que Urbina Calvo (un Fiscal del Ministerio Público adscrito en Tlaxiaco y que en el momento de los hechos ella desconocía su cargo) fue quien le apuntó en la cabeza con la pistola, después sus plagiarios la amarraron y la llevaron a un cerro, “estábamos como a 20 minutos del centro de Tlaxiaco, me amenazaban constantemente de muerte”, dijo.
Tras varias horas de humillantes, violentos y crueles tratos, en un descuido de sus plagiarios, la joven manifiesta que logró escapar y luego fue rescatada por elementos de la policía municipal de Tlaxiaco en un lugar desolado, después la trasladaron a la fiscalía para interponer su denuncia.
Ahí, dijo que mientras esperaba para que le tomaran su declaración, vio entrar a un individuo a quien reconoció plenamente como uno de sus agresores, instantes después se enteró que se trataba de Luis Miguel Urbina Calvo, fiscal del Ministerio Público adscrito a la fiscalía de Tlaxiaco. Los detalles de los hechos constan en el legajo de investigación número 510/TX/2009.
Por su parte, el defensor de la agraviada, Rolando González Espinosa, del Centro de Derechos Humanos Ñu’u Ji Kandi denunció la actuación parcial asumida por las autoridades adscritas a la fiscalía desde el momento en se presentó la demanda, pues la titular de la Fiscalía en Tlaxiaco, Ileana Martínez intentó encubrir y justificar señalado por la agraviada como uno de sus agresores.
Mencionó que cuando la madre de la joven, Irma Reyes se presentó a la Fiscalía de Tlaxiaco, con la finalidad de poner la denuncia por la desaparición de su hija y solicitar a la policía su colaboración para indagar el paradero de la joven, los agentes estatales de investigación se burlaron de ella, le respondieron que si quería la acompañaban a buscarla a la casa de su novio porque seguramente ahí me encontraba.
Y cuando la policía municipal trasladó a la fiscalía a la tlaxiaqueña violentada, le preguntaron al agente estatal que estaba de guardia por Urbina Calvo y les contestó que no se encontraba porque era su día franco.
Momentos después cuando los agentes estatales ya se habían enterado del caso, se acercó a la agraviada uno de ellos para asegurarle que el licenciado Luís Miguel había estado laborando todo el día en la fiscalía, que no tenía nada que ver con lo que le había sucedido y hasta la cuestionó sobre si tenía un motivo para querer afectarlo.
Ese mismo viernes, indicó que la fiscal les manifestó a los familiares que Urbina Calvo no podía ser el responsable de los hechos porque a ella le constaba que había estado trabajando durante ese día en la fiscalía.
Esto a pesar, dijo González Espinosa, de que hay testimonios de los policías municipales de que vieron al fiscal del Ministerio Público cerca del lugar donde rescatar a la joven violentada.
“Son diversos los actos hostiles a los que se ha enfrentado la afectada en este caso, la fiscalía ha buscando desalentar el caso y la denuncia, ha actuado de manera parcial y ha incurrido en el encubrimiento del funcionario, la familia se ha tenido que enfrentar a todo el aparato de la procuraduría que ha pretendido ocultar los hechos y la culpabilidad del fiscal”, manifestó el defensor del Centro de Derechos Humanos Ñu’u Ji Kandi.
Y refirió que fue el 20 de Septiembre cuando el Agente del Ministerio Público, Luís Miguel Urbina Calvo fue consignado al Juez de Garantía para determinar su situación Jurídica.
Al siguiente día se realizó la audiencia de sujeción a proceso en ampliación del término constitucional y el Juez le determinó auto de sujeción a proceso y prisión preventiva por 4 meses, pero el imputado fue trasladado al reclusorio de Huajuapan de León, porque argumentó que su integridad física corría riesgo en el reclusorio de Tlaxiaco.
Incluso, comentó que previamente a la audiencia de sujeción a proceso, la fiscal trató de convencer a la agraviada para que la audiencia no fuera pública, diciéndole que era por su bien y para no afectar su reputación, además le sugirió que sólo estuviera en la audiencia en los momentos que así se requiriera.
Mientras que en el desarrollo de la audiencia, apuntó que la fiscal asumió una actitud pasiva y negligente para asumir la defensa legal de la agraviada ante el Juez de garantía, incluso asumió de facto que Urbina Calvo es inocente cuando pidió al Juez que las documentales públicas que había ofrecido el imputado como pruebas, fueran desechadas porque si bien era cierto que habían sido elaboradas por él, las habían sustraído de la fiscalía de manera irregular.
Otro ejemplo de su actitud protectora hacia el imputado, refirió es el hecho que no haya presentado los cargos de privación ilegal de la libertad que cometió y solamente lo procesaran por el delito de abuso sexual agravado.
Además, el imputado durante la noche del día viernes y el día sábado se resguardó al interior de la fiscalía donde presumió que estuvo elaborando las documentales públicas que ofreció como pruebas.
En tanto que añadió como otro elemento para afirmar que el personal adscrito a la fiscalía protege al funcionario, es la actuación de los peritos en la audiencia con el Juez de garantía, pues al momento de ser interrogados por la defensa del imputado, no defendieron el contenido de sus peritajes y dieron marcha atrás con sus respuestas.
Destacó que también los testigos que presentó Luis Miguel Urbina para su defensa, son agentes estatales de investigación y personal adscrito a la fiscalía, situación que la considero irregular pues los convierte en juez y parte.
Por lo que la familia y defensores de Edenia Martina Gómez Reyes exigieron a la Procuraduría General de Justicia en el Estado (PGJE) destituya a la Fiscal en Tlaxiaco, Ileana Martínez por el encubrimiento hacia el fiscal del Ministerio Público en esa demarcación, Luis Miguel Urbina Calvo acusado de participar en el secuestro por nueve horas y agresiones sexuales en contra de la joven de 20 años de edad.
Y refirieron que en una reunión sostenida el primero de octubre en las oficinas centrales de la PGJ, donde fueron recibidos por el subprocurador Netolín Chávez, la agraviada acompañada de su madre Irma Reyes Aguilar y de su defensor Rolando González Espinosa, del Centro de Derechos Humanos Ñu’u Ji Kandi, también demandaron la remoción de todo el personal adscrito a la fiscalía de Tlaxiaco.
Lo anterior, por la complicidad que asumieron los funcionarios de la fiscalía dependiente de la PGJE para encubrir a Urbina Calvo, así como por la ausencia de una investigación exhaustiva para dar con el paradero de las otras dos personas que participaron en la agresión contra la tlaxiaqueña.
El defensor Rolando González Espinosa, del Centro de Derechos Humanos Ñu’u Ji Kandi, comentó que este caso se lleva con el nuevo sistema acusatorio adversarial que incluye los juicios orales que ya se pusieron en marcha en la región del Istmo y la Mixteca.
Criticó que los resultados que ha dado el nuevo sistema acusatorio adversarial, “han dejado mucho de que desear, lejos de cumplir con una demanda legítima del pueblo ante los sistemas obsoletos en la procuración e impartición de justicia, se ha quedado corto ante la circunstancias”, dijo.
Y destacó que el problema puede no radicar tanto en el tipo de sistema que privilegia la presunción de inocencia que ha dejado libres a secuestradores en la región del Istmo, sino influye más el hecho que los operadores del nuevo modelo de justicia sean los mismo marcados por la corrupción que ha prevalecido en las dependencias.
“Es decepcionante”, sentenció, porque se dejan ver las mismas prácticas corruptas como en este caso cuando se quiso encubrir a este fiscal del Ministerio Público claramente señalado e identificado por la víctima.