Tuxtepec.- Dos años y medio han pasado de aquel 7 de octubre histórico en la Cuenca del Papaloapan, cuando en la región se dio la sorpresa de que la oposición al PRI había ganado la mayoría de municipios, como es el caso de Santa María Jacatepec, San José Chiltepec, Loma Bonita, San Lucas Ojitlan, San Felipe Jalapa De Díaz, San Felipe Usila, San Pedro Ixcatlán, San José Independencia y Ayotzintepec.
Silvestre Felipe en Ojitlán
A dos años de esos tan sonados triunfos ya nada es igual. La soberbia, el nepotismo y la arrogancia han hecho de aquellos candidatos electos, ahora presidentes municipales, unos magnates que se creen dueños del terreno que pisan.
Y es que les ganó la soberbia, la arrogancia y el nepotismo. Este es el caso de Ojitlán, donde existe un gobierno panista cuyo titular optó por la puerta falsa dejándole la mesa puesta a su suplente quien se ha hinchado de poder y de recursos económicos. Silvestre Felipe Sánchez es un ejemplo claro de cómo el poder corrompe.
En Jacatepec, edil arrogante
La soberbia y la arrogancia se han adueñado del presidente de Santa María Jacatepec, Víctor Raúl Hernández, un joven que buscó afanosamente la presidencia de su natal Jacatepec en dos ocasiones. La primera por el PRI, perdiendo ante su colega que migró al verde ecologista y le ganó, José Manuel Fentanez.
La segunda ocasión, apadrinado por su hermano Pedro (a) “Gorro” logró incursionar en las filas del PRD, buscando nuevamente la presidencia municipal. En esta ocasión ganó, pero no bien había recibido la constancia de mayoría de inmediato adquirió una camioneta de lujo para sentirse un destacado presidente municipal del pueblo.
Este joven se llenó de colaboradores para el primero de enero de 2008 tomar posesión como presidente municipal, pero una vez con poder ya nadie lo soporta debido a su prepotencia y arrogancia, de tal suerte que hubo que cambiar a varios directores de obras. El más reciente fue el ingeniero Patricio Cobos.
Además, en este municipio han pasado tres despachos de contadores y a todos ha corrido porque estos no han podido ocultar su desvíos de recursos. El año pasado, a finales del ejercicio pidió 8 millones de pesos prestados al Banco Nacional de Obras y Servicios (BANOBRAS). Sus cercanos señalan que de inmediato un millón de pesos pasó a su cuenta personal.
Además, en un terreno que fue herencia familiar había una casa de láminas abandonada con paredes de tabique rojo. Esta casita ha sido remodelada al gusto del señor presidente; contratistas que cobran en el ayuntamiento han hecho de aquella casucha una mansión que hoy es el “ranchito” del señor presidente.Obras públicas en su rancho
A decir de uno de su directores de desarrollo agropecuario, José luís García, él hizo un proyecto para meter riego tecnificados a unos ejidatarios utilizando agua de un manantial, pero la tubería de este riego pasa precisamente por el ranchito del presidente donde abastece de agua a su propiedad y da riego a casi una hectárea plantada de árboles de litches para después beneficiar a unos supuestos ejidatarios.
Este sistema de riego fue construido por el ingeniero Agustín Vélez Rojano, propietario de la empresa Construcciones Riegos del Papaloapan (CORIPA). Posterior a la remodelación de este ranchito, Víctor Raúl se ha dedicado a la adquisición de otros terrenos como el ubicado frente a la comunidad de La Vieja Soledad para utilizarlo en un proyecto acuícola.
Con recursos del ayuntamiento el joven edil ha viajado al extranjero para conocer otro tipo de gobierno. Viajó a Ecuador y a España, pero estos conocimientos no se han aplicado en su municipio de Santa María Jacatepec. Los habitantes están desencantados con un presidente que prometió gobernar con honestidad y poner su mejor empeño en la búsqueda del bienestar de la gente. En todo les falló.
Retorno al PRI
Este desencanto se reflejó el 5 de julio de 2008, durante las elecciones federales, cuando el pueblo le dio la espaldas en las urnas y donde Víctor Hernández también jugó al gato y al ratón traicionado al partido que lo llevó al poder y entregándose al partido (PRI) que un año antes había derrotado en las elecciones más competidas en la historia de Santa María Jacatepec.
A dos años y medio de que se diera este histórico triunfo en las elecciones de aquel 7 de octubre nada es igual. Ahora, tal como ocurre en Santa María Jacatepec, los presidentes municipales han amasado fortunas cuantiosas, viajan en ostentosas camionetas y tienen vehículos, ranchos comprados con el dinero del pueblo, pero las facturas están a nombre de amigos o de familiares cercanos como es el caso de Víctor Raúl, quien posee una camioneta a nombre de un amigo y un auto de lujo que antes ni en sueños hubiera podido adquirir.
Edil del PRI hereda cargo a su hermana con la CPPO
Luego, en el ejemplo más claro de que el edil sigue con las viejas mañas del PRI, en la pasada contienda por la presidencia municipal, logró imponer como candidata de la Coalición por la Paz y el Progreso de Oaxaca (CPPO) a su hermana, la enfermera Elvira Hernández. De esta manera, Víctor Raúl espera no sólo salvarse de una auditoría, sino continuar en su empeño de saquear el municipio que lo ha enriquecido.