Salina Cruz.- A falta de reparación y mantenimiento, adecuado, las veintiséis plantas que procesan diferentes hidrocarburos en la refinería Ingeniero Antonio Dovalí Jaime están al borde del colapso, mientras la construcción de dos plantas de producciones de gasolina limpia se iniciaron seis meses tarde.
Empresarios de la industria de la construcción coinciden en señalar que en Pemex no hay obras de reparación pero si fugas altamente toxicas que ponen en peligro a los trabajadores y a la población.
Fugas tóxicas y letales

De acuerdo a informes de los empleados de PEMEX que pidieron confidencialidad, trascendió que la fuga se derivó en una válvula de la línea 302-A de ocho pulgadas, en el lado poniente de la planta de alkilación, formándose una nube tóxica que puso en riesgo no sólo a los empleados de la refinería sino a la misma población.
Y es que en esta planta se maneja una sustancia irritante, corrosiva y altamente tóxica para el ser humano que en caso de ingestión o inhalación puede ocasionar la muerte. Se emplea comúnmente como reactivo químico y se trata de un ácido fuerte que se disgrega completamente en disolución acuosa.
Tan peligroso es su uso que con 40 milímetros es suficiente para matar al ser humano, en un litro de agua. Además puede provocar la muerte de la flora y fauna.
Historia de contaminación
Petróleos Mexicanos (PEMEX), ha puesto oídos sordos, con respecto a la detallada información que debe de dar a la población sobre los riesgos que se corren con este producto.
El reporte de Pemex es similar a los que emite en situaciones anteriores, “No existió riesgo alguno para la población. Asimismo, el proceso de refinación no se vio afectado y continúa funcionando con normalidad”.
Pero pobladores señalan lo contrario al manifiesto de Pemex, que en sus 30 años de operación ha contaminado esteros, ríos, lagunas y el golfo de Tehuantepec.
En la laguna Boca del Rio ya no existe vida marina por los constantes desechos tóxicos que se vertían en ese lugar. En la actualidad Petróleos Mexicanos desistió de derramar líquidos tóxicos que emanan de las plantas de proceso ahora lo hace directamente en el mar porque ya secó laguna.
Pemex sigue aplazando obras
La Dirección Corporativa de Ingeniería y Desarrollo de Proyectos, convocó a empresas nacionales y extranjeras a participar en el paquete de proyectos de combustibles limpios, que se construirán una planta desulfuradora y una de amina en cada una de las dos refinerías mencionadas.

La empresa ICA a través de su subsidiaria ICA Fluor Daniel, fue quien se adjudicó de la paraestatal Petróleos Mexicanos (Pemex) el proyecto para la construcción de las plantas productoras de gasolinas limpias en las refinerías en Salina Cruz en Oaxaca y Minatitlán, Veracruz, proyecto estimado en 7, 926, 082,222.00 (siete mil novecientos veintiséis millones, ochenta y dos mil doscientos veintidós pesos), sin el Impuesto al Valor Agregado Incluido (IVA).
La magna obra de construcción de plantas para el proceso de gasolina limpia que le corresponde de acuerdo al paquete a la refinería de Salina Cruz, estaba programa según la paraestatal desde el 1 de febrero del presente año con un plazo de ejecución de mi 290 días, es decir, poco más de tres años.
Para la construcción de las dos plantas en Pemex participaron, Techint Ingeniería y Construcciones, Grupo Samsumg Ingeniería México, Maviesa Mantenimiento Virtual Especializado, Servicios Profesionales de Ingeniería y Construcción, SADEVEN S.A., Tecnint Proyectos de Ingeniería, Isolux de México, ACS Dragados Industrial, Senermex Ingeniería y Sistemas, Technip Ingeniería de México, ABB spa, Thales Security Solution, Emerson Procees y la ganadora, Ica Flúor Daniel.
Según versiones de empresarios de la industria de la construcción, la obra se aplazó al 12 de abril y que estaría operando el mes de octubre del año 2013, sin embargo, Petróleos Mexicanos no cumple con los tiempos de inicio de construcciones de las plantas, lo que podría representar pérdidas económicas a todos, tanto a la paraestatal como a la empresa ganadora de la licitación.
Este retraso de seis meses en la construcción de las plantas son atribuibles enteramente a la paraestatal, así como los problemas que resulten de la construcción de las mismas a marchas forzadas.
Los constructores que prefieren no revelar su identidad por temor a ser vetados por PEMEX, señalan que la paraestatal no solo incumple en esquemas ya establecidos, sino que también falla con el programa de reparación y mantenimiento en las plantas de proceso del interior de la refinería Antonio Dovalí Jaime.
Explican que actualmente se realizan trabajos menores de mantenimiento en las plantas Hidros I, e Hidros II y sería en octubre cuando salgan a licitación las plantas de Hidros I, Alto Vacío Primaria I, Catalítica, Viscorreductora, para su reparación.
Las licitaciones están suspendidas, según los empresarios Pemex tomó esta determinación por la nueva Ley de Reglamentos en Pemex que entró en vigor y que facultaría a la paraestatal tener más control sobre el manejo de sus recursos, antes era necesario la intervención de la Secretaria de la Función Pública en los proyectos de construcción de obras.

Las obras de reparación y mantenimiento contrasta con la producción y es que, Petróleos Mexicanos, a través de la Terminal de Operación Marítima y Portuaria de Pemex Refinación en Salina Cruz, distribuyó durante los primeros siete meses del año, 47 millones 360 mil barriles de productos petrolíferos para satisfacer la demanda en el litoral del pacífico mexicano.
De enero a julio, la gasolina Pemex Magna fue el producto que más se comercializó, alcanzando una cifra de 20 millones 576 mil barriles, seguido de Pemex Diesel por un total de 11 millones 456 mil y combustóleo pesado con 9 millones 673 mil barriles para consumo nacional, así como un millón 360 mil barriles que fue exportado.
Adicionalmente se distribuyeron dos millones 849 mil barriles de gasolina Pemex Premium y un millón 446 mil barriles de turbosina de consumo nacional.
Excelente los resultados pero grave los efectos que podría desencadenar por los trabajos a marchas forzadas de las diferentes plantas de proceso. Es evidente que Pemex privilegia la producción y comercialización y deja en segundo término la seguridad de los miles de trabajadores de la paraestatal y de los prestadores de servicios que laboran en el interior de la refinería considerada una de las más importantes en América latina.
En última instancia deja PEMEX A la población de Salina Cruz, quien también se encuentra en grave riesgo por la negligencia e irresponsabilidad de los funcionarios de la empresa, señalan contratistas, mientras las plantas sigan en producción aunque las instalaciones sean una bomba que puede estallar en cualquier momento.
(danielperez_08@hotmail)