Pese a su juventud, Catarino Torres Pereda, quien al momento de su muerte contaba con 37 años, tenía una larga historia en la lucha social. Militancia que lo condujo a la prisión en 12 ocasiones, entre 1998 y 2009.
Torres Pereda abanderó la lucha por una indemnización justa a los chinantecos y mazatecos desplazados por la construcción de las presas Temascal y Cerro de Oro en la Cuenca del Papaloapam; así como encabezó la recuperación de tierras que, según la CODECI, eran propiedad de diversas comunidades indígenas y habían sido invadidas por ganaderos y terratenientes de la región.
En 2006, el dirigente secundó inmediatamente la constitución de la APPO; antes ya había declarado su adhesión a la otra campaña, así como a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
El último de sus ingresos a los separos fue en ese año. El 6 de agosto de ese año de 2006, como lo hicieran con otros dirigentes de la APPO, Catarino Torres fue detenido en cumplimiento a cuatro órdenes de aprehensión. dictadas por jueces federales y locales, por los delitos de motín, privación ilegal de la libertad, despojo, robo calificado y robo específico.
Inmediatamente fue trasladado al penal de alta seguridad de Almoloya de Juárez, estado de México, donde estuvo recluido siete meses. El argumento para su reclusión en ese lugar fue “su alto grado de peligrosidad y por poner en riesgo a la población penitenciaria del estado”, según dijo en el entonces secretario de Protección Ciudadana, Lino Celaya Luría. Finalmente fue puesto en libertad el 8 de marzo de 2007, tras pagar una fianza de 17 mil pesos.
En el proceso electoral de 2010, participó en la Convención Estatal Democrática Oaxaca Libre, que respaldó la candidatura del ahora gobernador electo Gabino Cué Monteagudo.
Sin embargo, en la región de Tuxtepec, su actuación es polémica. En los últimos años, según refieren los cuenqueños, Torres Pereda se había excedido en sus pretensiones, en algunos casos actuaba más como grupo de choque que como luchador social. Tan es así es que recientemente hubo una escisión en la CODECI, en donde los disidentes cuestionan la actuación del dirigente y hay señalamientos de corrupción y negociaciones turbias con el gobierno estatal.
Con su muerte, Catarino Torres se suma a la lista de los dirigentes sociales de la región de Tuxtepec asesinados o desaparecidos en los últimos cuatro años: Miguel Herrera Lara a) El Cocodrilo; Cesar Toimil Roberts, de la CROCUT; y Margarito Montes Parra, de la UGOCEP. Las organizaciones campesinas en la zona han sido desarticuladas, pues, además, han sido asesinados también algunos dirigentes intermedios; otros han sido encarcelados, como Juan Rojas de CORECHIMAC-FIPI.