Corrupción en municipios de usos y costumbres
Todos esos municipios tienen despachos de asesoría
Cuauhtémoc Blas
En un “Conversatorio Pueblos indígenas y rendición de cuentas” nadie sabía (¿) que no hay municipio que no esté en manos de expertos en manejo (bueno y malo) del erario, donde tienen asesoría contable, técnica, tecnológica y hasta les consiguen recursos “moches”.
Uno de los comisionados del IAIPO, instituto de transparencia de Oaxaca, Juan Gómez Pérez, disertó sobre las dificultades de los pueblos indígenas para su rendición de cuentas en el marco de las exigencias de la fiscalización nacional. Escucharlo fue todo un acontecimiento, con su sobriedad y seriedad de burócrata encumbrado. De momento nos remitió al personaje de la novela Auto de fe de Elías Canetti, Kien, aquél cuyas relaciones sólo era con los libros, no con las personas ni la realidad.
Habló el comisionado con voz suave y pausada de los problemas de esos pueblos sin capacidades para cumplir con la rendición de cuentas ante formatos complejos y sin pericia en las comunicaciones modernas por internet. Incluso, para acceder a los programas oficiales se encuentran en desventaja, fantaseaba quien en su currículum posee también un bagaje indigenista.
¿Será posible que ignore el noble funcionario que no hay un solo municipio que no esté en manos de alguno de los muchos despachos de asesoría municipal? Despachos fuertes, generalmente vinculados a partidos o grupos políticos que no sólo les llevan su contabilidad, manejan sus facturas, atienden sus necesidades de todo tipo, ya sea por internet o para responder cuestionarios o formular programas, expedientes técnicos, etc.