La conjetura del complot contra el Presidente
La fase de implementación de las reformas, particularmente la energética, demanda un control absoluto de la variable social. Crear la Comisión de Estado es el primer paso hacia el endurecimiento del régimen. Hay sectores que apuestan abiertamente a un patrón autoritario y represivo. La difusión mediática del caos —con hechos emblemáticos como el incendio de la puerta del Palacio Nacional o la estación C.U. del Metrobús en la capital del país— justifica el imperativo de orden.
Resumen Ejecutivo/Gerardo Nieto
AP 715
Se ha preparado a la sociedad para ese escenario. El experimento puede ponerse en práctica en alguna ausencia del Presidente, como en una de sus giras por Asia y Oceanía; sin embargo, el riesgo es que la crisis pretendidamente controlada desde el poder se salga de control y que del experimento se pase a una confrontación mayor que trastoque la hoja de ruta del modelo reformista. Hay muchos intereses mezclados y un vector claro de la nomenclatura opera contra el Presidente.
La demanda de renuncia
Del caos y la anarquía se pasa a la conjetura del complot contra el Presidente por parte de “...criminales, políticos...medios rencorosos y grupos radiclaes. La conclusión lógica es que ante ese intento golpista de deponer por la vía de la mentira, la impostura y el engaño...a un gobierno legal y constituido de manera legítima, como el de Enrique Peña Nieto (...) es momento de que las instituciones pongan alto al vandalismo, el saqueo, el robo, y el caos que pretende ser presentado como resultado del fracaso del gobierno... Es momento de parar la barbarie criminal, pero también la impunidad por el vandalismo...el odio y la venganza política, que es otra forma de crimen organizado”ii