La farsa del INE: selección de consejeros
El mecanismo de selección empleado por el INE en la selección de los nuevos consejeros electorales fue inédito. Se esperaba abonaría a la ciudadanización y profesionalización de los órganos electorales estatales, ante la dependencia que tenían de gobernadores y partidos políticos. Ese fue el argumento para la reforma electoral.
Sin embargo, el proceso ha sido cuestionado y hay evidentes irregularidades en el mismo. El examen de conocimiento, presentado el 2 de agosto y aplicado por el CENEVAL, tuvo sus resultados hasta dos semanas después. Siendo un examen en línea y dada la experiencia del organismo que lo aplicó, las calificaciones se dan en el momento mismo de finalizar el examen. Así lo ha hecho el Ceneval en las aplicaciones de exámenes de titulación, de acceso a licenciaturas o de cualquier evaluación que realizan. Las suspicacias crecen cuando personajes que llegaron a ser designados consejeros muestran sus nulos conocimientos en materia electoral ¿Cómo le hicieron para aprobar el examen?, ¿Por qué emplearon 14 días para calificar un examen en línea, de opción múltiple y evaluación automática?
En esa primera etapa, quedó fuera la sociedad civil y la academia. Y es que el examen seguía estrictos criterios técnico-jurídicos. En la siguiente ronda, salvo contadas excepciones, quedaron burócratas del IFE u órganos estatales, operadores de los partidos (algunos, como la panista Rita Bell, sin experiencia en el tema).
El ensayo presencial tampoco fue claro. Las calificaciones, que Cesar Astudillo, responsable del Instituto de Investigaciones Jurídicas de aplicarlo, afirmaría estarían claras, fueron desestimadas y al final quedó en una lista de “idóneos”. Los ensayos, por cierto, no se han publicado, pese a que en los Lineamientos se establecía la obligatoriedad de hacerlo. Las sorpresas siguieron. Cada etapa mostraba con mayor claridad que sólo accedían a la siguiente, los más identificados con partidos políticos.