COLUMNAS >> Humor Oaxaqueño
Calaveras 2015
Bruno Moreno
Alternancia y corrupción
Sabino Cuentos Monteaguado gobernador reprobado
creyó burlarse de todos pero se le atravesó la parca
casablanca en San Felipe y en Polanco, le reñía la flaca
hasta la orilla del mar te has robado desgraciado.
En playas de Zicatela extendió sus propiedades
dijo como Carlomagno señalando con hastío
todo lo que tus ojos ven y lo que no ven es mío
mentir y el erario saquear, de sus especialidades.
Antes de llevarlo al maldito infierno del diablo
la huesuda decidió hacerle una auditoría
es muy chafa —le dijo— lo que hace tu Contraloría
sorprendida de tanta transa se persignó en un retablo.
Consulta traicionada
Furioso Sabino Cuentos por el mínimo resultado de su retrasada consulta para construir el ya iniciado Centro de Diversiones, espetó al jefe de topiles del yepko:
-- Olvídate del aumento de presupuesto, es más te lo reduciré.
-- Señor —replicó aquél— nos traicionaron, yo instruí para que fuera el 90 no el 9 por ciento de votación. Deme otros 7 millones y verá que ora sí arrasamos, hasta podemos hacer que la gente pida un teleférico bien chido hacia el hotel de su amigo.
-- Si me lo aseguras será un placer darte eso.
-- ¡Ah no!, si siente placer le cobro más caro.
Evaluación punitiva
Hecho de la vida real que muestra por qué muchos profes temen a la evaluación, y cómo un acaudalado pelón espinaleño de la ex poderosa Sección 22 la reprobó:
Pregunta: ¿Cómo suena la palabra mama con una tilde?
Respuesta: Mamatilde.
Burrén, ¿cruda o chikungunya?
HUMOR OAXAQUEÑO
Por Bruno Moreno
El dirigente de los maestros más democráticos del mundo que hace poco despertaron y su IEEPO ya no estaba ahí, ni sus millones, Burrén Ñoñes Neciez, dijo “qué madres va a ser Chichigunya, lo que tengo es una cruda feroz”, ateniéndose al diagnóstico del viejo loco ingeniero encargado de la Salud Pública de aquél rancho.
Alcanzó su resto de mezcal, se persignó y lanzó su cotidiano grito de batalla: “al frente, al centro, pa´ dentro”. Cuando agotó la botella se percató que lo suyo no era cruda. De inmediato llamó a los yerberos indígenas que le ayudaron a hacer su PTEO comunalista.
— Orita le curamos el chirringuya —le dijo uno—, hablaré con los tatamandones.
— Quítame esto que tengo en puerta una megamarcha y dos mini megamarchas.
— Patrón —aprovechó el comunalista— la Ramona quiere ya su plaza.
— Mándamela con esa medicina y acá me arreglo con ella. Dile de una vez, cama o lana.
El líder llamó a su segundo, “tengo Nchinkungunyan, relévame”, le dijo y luego abrió una botella que le obsequiaron en la Guelaguetza Magisterial. Sonó el teléfono.
— Patrón ya está, dice el sabio tatamandón que tome moringa a diario. ¿Conoce la moringa?
— No me chingues Javier, la botana que conozco es la moronga.
Quiebran sicarios
Bruno Moreno
Un narco pesado tenía urgencia por eliminar un club de peloteros que se había robado su cargamento de droga. Presto toma el teléfono y marca.
— Buenas, ¿llamo a la agencia de sicarios?
— Amigo —le responden—, hemos quebrado y nos vamos de Oaxaca.
— Óigame no, ¿ahora quién ejecutará mis encargos?
— Llame a la Sección 22, esos acaban con todo.
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